Pasarela

El triunfo real de los plebeyos

  • Mette-Marit de Noruega, Daniel Westling o Máxima Zorreguieta, ejemplos de que el amor puede más que un pasado polémico

Carlos Felipe de Suecia ha sido el último miembro de la realeza en comprometerse con una mujer con un pasado problemático, al menos así lo consideran las casas reales. En los últimos tiempos han sido varios los príncipes y princesas que han encontrado el amor en plebeyos que cuentan en sus vidas con episodios poco correctos de cara a las monarquías. Sofía Hellqvist, futura esposa del hermano de Victoria y Magdalena de Suecia, fue concursante de Gran Hermano y trabajó como stripper. Por este motivo los reyes Carlos Gustavo y Silvia de Suecia se opusieron a la relación de su hijo. Finalmente, como ha ocurrido en casi todos los casos, aceptaron que el amor era más fuerte que la institución e integraron a Sofía en la familia. No era la primera vez que los soberanos suecos se enfrentaban a esta situación. Su hija Victoria, heredera al trono, está casada con Daniel Westling. Cuando comenzaron a salir él era el entrenador personal de la princesa. Que Daniel no tuviese ni estudios superiores ni sangre azul se convirtió en un problema para la pareja. Tanto la familia de Victoria como los ciudadanos de su país no veían con buenos ojos que él fuera el futuro rey consorte. Pero una vez más el amor de una princesa por un plebeyo superó todas las barreras. Se casaron en 2010 y son padres de una niña. Ahora son una de las parejas más queridas de las realezas europeas.

Otra de las que despertaron polémica cuando se anunció su noviazgo con el príncipe Haakon de Noruega fue Mette Marit. La princesa tiene un pasado relacionado con el mundo de las drogas. Además tiene un hijo de una relación anterior a la de Haakon, algo que tampoco ayudaba a que le acpetasen. Pero la noruega es el claro ejemplo de que los cuentos de hadas existen y actualmente sus paisanos adoran a su futura reina. En esta generación de plebeyas que han llegado a lo más alto de las Casas Reales europeas está Máxima Zorreguieta. La reina de Holanda tampoco tiene sangre azul. Ser hija de Jorge Zorreguieta, quien había sido ministro de Agricultura durante la dictadura del general Videla, hizo levantar comentarios de lo más negativos hacia la mujer de Guillermo de Holanda. Gracias a su permanente sonrisa consiguió ganarse la confianza de todos. La madre del actual rey, Beatriz de Holanda, comprendía a su hijo a la perfección ya que ella pasó en su día por algo parecido. La soberana contrajo matrimonio con Claus Von Amsberg, un diplomático alemán, un enlace que no estuvo bien visto ni política ni socialmente. Destacable es también el caso de Marta Luisa de Noruega y Ari Behn. La hija mayor de los reyes noruegos está casada con un autor de libros que se caracteriza por estar siempre deprimido. Sus suegros, aunque quieren la felicidad para su hija, no terminan de aceptar esa relación. En todos estos casos ha triunfado el amor pero hay algunos en los que el tiempo dio la razón a quienes aseguraban que no eran compatibles. El más conocido es el de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés de Inglaterra. Infidelidades, desencuentros y problemas económicos hicieron que su matrimonio terminase en divorcio. Aunque lo cierto es que por el bien de sus hijas Beatriz y Eugenia, s mantienen una muy buena relación de amistad.

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