El torero José Ortega Cano ingresó ayer en la clínica Montepríncipe de Madrid por un problema cardiaco. Parece que el diestro no ha soportado la presión que le ha generado el nuevo ingreso en prisión de su hijo José Fernando, que ha regresado a la cárcel por quebrantar la orden de alejamiento que tenía en relación a su chica y después de haber protagonizado hace unos días un incidente en Jerez. El joven se colgó de una cornisa en evidente estado de embriaguez y amenazó con lanzarse al vacío no sin antes pedir papel y lápiz para despedirse de su padre y su hermana. Afortunadamente la policía se personó en el lugar y tras hablar con él evitó que cumpliera sus amenazas. Según aseguran desde su entorno, los disgustos que José Fernando está dando últimamente a su padre han incrementado los problemas cardiacos que éste padece desde hace años. El torero ha tenido que cancelar los compromisos profesionales que tenía en México la próxima semana por su delicado estado de salud.