Han pasado ocho años desde que Francisco Rivera y Eugenia Martínez de Irujo pusieron punto final a su matrimonio, pero en cuanto a su historia de amor siempre han sido puntos suspensivos. De mutuo acuerdo, decidieron terminar con su vida en pareja, pero siempre han presumido de una relación de amistad muy buena, sobre todo, por la hija que ambos tienen en común, Cayetana.

Una historia que ya suma quince años donde ha habido tiempo para el noviazgo, el matrimonio, la paternidad, la separación y la pedida de la nulidad matrimonial. Fases que siempre han tenido un lugar privilegiado en las revistas del corazón.

Desde que se separaron, no es habitual verlos juntos, pero precisamente esta semana han protagonizado un cariñoso reencuentro que ha levantado todo tipo de especulaciones y comentarios sobre una posible reconciliación de la pareja. Un hecho que Fran Rivera no ha tardado en desmentir diciendo que "no echéis campanas al vuelo. No hay nada de eso, tenemos una relación de padres separados".

En esta línea, lo que sí está claro es que tanto Fran como Eugenia -ambos con el corazón en verde- tienen una muy buena amistad, y que este encuentro casual en El Rocío, donde bailaron, charlaron y rieron sin parar, no es más que un síntoma más de la excelente salud de su relación. 

Desde luego, este reencuentro no tiene desperdicio, y aunque no tenga nada que ver con una reconciliación de la pareja, las revistas del cuore no hacen más que darle vueltas a un acercamiento de ambos. Una posible segunda oportunidad que para la duquesa de Alba sería como un sueño, según sus propias palabras.

Fran Rivera siempre ha sido para doña Cayetana como uno de los suyos, defendiéndolo cuando la crítica lo acosa y aplaudiéndole en los ruedos. Siempre  ha apoyado la relación de su sexta y única hija con el diestro y, por encima de todo, aboga por el bienestar y la felicidad de Francisco.

Desde su ruptura, Fran y Eugenia no han llegado a consolidar ninguna de sus relaciones hasta el matrimonio, pero sí que han rehecho sus vidas en contadas ocasiones.

La duquesa de Montoro se volcó tras su separación en su hija y amigos, pero fue en 2005 cuando empezó uno de sus noviazgos más estables con Gonzalo Miró; con el que tras alguna que otra pausa terminó definitivamente en 2009. Últimamente se le ha relacionado con Joan Laporta, pero nada confirmado.

Francisco, por su parte, ha mantenido varias relaciones estables. La más llamativa fue la que mantuvo con Blanca Martínez de Irujo, prima de su ex mujer, aunque también han sido muy comentadas sus historias de amor con Elisabeth Reyes y, de últimas, con la bailarina Cecilia Gómez, con la que rompió hace sólo unas semanas.