El Puerto se suma a la aventura: La Clipper Race se despide este domingo de Puerto Sherry

Tripulantes de 40 nacionalidades participan en el recorrido, que dará la vuelta al mundo en once meses

Puerto Sherry abre las puertas de la Clipper Race antes de su salida oficial

Los españoles Luis Martínez y Lucas Roig, atendiendo al patrón de una de las embarcaciones.
Los españoles Luis Martínez y Lucas Roig, atendiendo al patrón de una de las embarcaciones. / Mara Escassi

Desde el pasado miércoles Puerto Sherry ha sido anfitrión de la Clipper 2025-26 Round the World Yacht Race, la regata que abre las puertas de la navegación oceánica a tripulantes amateurs de todo el planeta. Sin necesidad de experiencia previa, los participantes reciben un entrenamiento de cuatro semanas para afrontar una, varias o la totalidad de las ocho etapas que componen esta vuelta al mundo de 40.000 millas náuticas.

Puerto Sherry, que ya fue puerto anfitrión de la regata en 2023, ha sido la primera parada de la etapa inicial, que partió desde el puerto inglés de Portsmouth y llegará dentro de 25 días a Punta del Este (Uruguay).

Barcos participantes en la regata, estos días en Puerto Sherry.
Barcos participantes en la regata, estos días en Puerto Sherry. / Mara Escassi

La primera etapa, una de las más cortas del circuito, ha sido ya una gran prueba, pues la flota atravesó en condiciones muy adversas el Canal de la Mancha y el Golfo de Vizcaya, enfrentándose a olas de hasta seis metros de altura. De hecho, uno de los tripulantes españoles que participan en la Clipper, el valenciano Luis Martínez-Curt, relata cómo el peor momento que ha pasado estos días fue cuando un compañero de tripulación resbaló y se dio un fuerte golpe en la cabeza, debiendo ser evacuado en helicóptero y abandonando la aventura.

Luis es uno de los pocos españoles que participan en la regata, junto a otros tres residentes en España: Francesc Batlle Perales, de 61 años; Jorge García Rodríguez, de 62 años, y Jessica Hoelscher, alemana residente en Palma de Mallorca de 55 años.

También participan tres españoles que viven en el extranjero: Lucas Roig, de 19 años y residente en Reino Unido; Ricardo Sánchez-Moreno, de 57 años, residente en Francia, y Augusto Barcia, de 56 años y residente en Dubai.

La primera etapa consta de 1.200 millas náuticas, que se han convertido en 1.600 ya que debido al mal tiempo y las corrientes fue necesario navegar en zig-zag. Eso motivó el retraso en la llegada a Puerto Sherry y en el inicio de la siguiente etapa, que estaba previsto en principio para el pasado viernes pero que finalmente será hoy domingo, a las 15:00 horas, desde el faro de Puerto Sherry.

Una de las tripulantes, al timón del barco.
Una de las tripulantes, al timón del barco. / Mara Escassi

Participar en la regata no es barato, ya que el coste por etapa es de unos 7.000 euros y unos 50.000 la experiencia completa, pero en el caso del joven Lucas Roig ha contado con la ayuda de varios sponsors, para los que colaborará en el estudio de los cetáceos durante la travesía. Este chico de 19 años no se cree aún la suerte que tiene de poder vivir esta gran aventura a su edad, recorriendo el mundo y participando en una experiencia única, aunque reconoce también que es duro tener que vivir durante tanto tiempo en un espacio tan reducido.

Tanto Lucas como Luis coinciden en destacar lo importante que es la disciplina para poder tener éxito en una aventura de este tipo, en la que todo tiene que estar perfectamente milimetrado para que no haya roces ni problemas de convivencia.

En cada embarcacion va un número variable de tripulantes, que suele ser de unas 18 personas, más dos patrones profesionales. En cada puerto tienen que realizar tareas de avituallamiento -en esta parada en El Puerto todos se van bien provistos de jamón- y durante el día a día tienen muy controlada la dieta, con la ingesta de unas 5.000 calorías diarias, que les permitan afrontar la dureza de la navegación.

Para el joven Lucas, uno de los privilegios de participar en esta aventura es aprender a valorar los pequeños placeres de cada jornada, como una simple taza de te caliente después de un largo día de navegación. “Lo que más me gusta es la conexión que sientes con el mar y contigo mismo”, asegura.

Lucas, recogiendo la vela de uno de los barcos, en la Bahía de Cádiz.
Lucas, recogiendo la vela de uno de los barcos, en la Bahía de Cádiz. / Mara Escassi

A pesar de ser una de las regatas más exigentes del mundo, hay tripulantes que nunca antes habían practicado la vela. Ya a en esta primera etapa ha habido algunos abandonos, ya que no todo el mundo se adapta a las condiciones de vida que requiere una aventura de este tipo, durmiendo en estrechos camarotes, sin duchas, sin móvil y con un límite de equipaje de unos 15 kilos.

Los diez veleros Clipper 70 diseñados específicamente para travesías oceánicas que participan en la regata están impulsados por patrocinadores o entidades como Unicef o la Escuela de Negocio de Londres. Aunque los participantes compiten por llegar los primeros, no hay un premio económico para el ganador. La recompensa es la propia aventura, la gratificación del esfuerzo y el espíritu de superación.

Un recorrido por catorce puertos de todo el mundo

El fundador de la Clipper Race, sir Robin Knox-Johnston, fue la primera persona en navegar en solitario sin escalas alrededor del mundo. La regata partió por primera vez desde el puerto inglés de Plymouth en octubre de 1996. Con una flota de ocho yates de 60 pies con rumbo hacia el puerto estadounidense de Fort Lauderdale, vía Madeira, aquella ruta inaugural abarcó puertos como las Islas Galápagos, Hawai, Yokohama, El Salvador y las Azores, antes de regresar a Plymouth el 14 de septiembre de 1997.

La competición cumple este año su edición número catorce y hoy en día, más de 7.000 personas y tres generaciones de flotas de Clipper Race han competido en la que está considerado el desafío de carreras oceánicas más difícil del mundo.

El recorrido de cada edición de la carrera es diferente y único, formado por puertos anfitriones a lo largo de todo el mundo. En la historia del evento, más de cincuenta ciudades han acogido hasta ahora la Clipper Race.

En la presente edición la carrera pasará por 14 puertos durante su recorrido global, entre otros los de Portsmouth (Reino Unido); Puerto Sherry (España); Punta del Este (Uruguay); Ciudad del Cabo (Sudáfrica); Fremantle (Australia); Qingdao (China); Tongyeong (Corea del Sur), Seattle (EEUU) y Oban (Escocia).

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