"Los presupuestos ignoran las necesidades de los barrios y Beardo desprecia públicamente la participación vecinal"
La Flave denuncia "el miedo a la participación y las palabras del alcalde que muestran su incapacidad para la gobernanza eficiente"
El Puerto aprueba un presupuesto continuista con diferencias de criterio entre los técnicos
La Federación Local de Asociaciones Vecinales (Flave), que agrupa a decenas de asociaciones vecinales de todos los barrios de El Puerto de Santa María, ha analizado los documentos "muy poco desarrollados y definidos" de los presupuestos municipales para 2026, aprobados en pleno este miércoles. Desde la mirada de los barrios, estos presupuestos no responden a las necesidades acumuladas de las zonas residenciales, periféricas y con mayores carencias, ni garantizan mejoras visibles en la vida cotidiana de la ciudadanía.
Aunque el presupuesto global alcanza los 111,6 millones de euros de gasto (sin consolidar con las empresas públicas), según los documentos oficiales del Pleno, la distribución interna revela un modelo que continúa reforzando el gasto corriente y administrativo, mientras persisten deficiencias históricas en movilidad, mantenimiento urbano, limpieza, transporte público, equipamientos de barrio y espacios de convivencia. "Tras años de abandono por parte del Ayuntamiento, nuestros barrios son de nuevo ignorados y se presentan unos presupuestos que siguen siendo insuficientes para una ciudad con graves déficits estructurales, especialmente en zonas como Sudamérica, Los Frailes, La Florida, Malacara–El Pinar, Las Nieves, El Tejar, Valdelagrana o los núcleos rurales. Y por si fuera poco, intentan engañar a la ciudadanía con cifras de inversión donde mezclan los presupuestos de limpieza, paisajismo y otros fines básicos de mantenimiento urbano".
Además, según la Flave "el proyecto presupuestario no incorpora ningún proceso participativo real. Las asociaciones vecinales, que conocen de primera mano los problemas de accesibilidad, alumbrado, seguridad vial, transporte, equipamientos y deterioro urbano, no han sido consultadas en ningún momento al igual que nadie más de la ciudadanía portuense. Es de sentido común entender que una gobernanza eficiente exige trabajar con las asociaciones y con la ciudadanía de forma directa, ya que permite detectar necesidades que los despachos no ven, reduce errores y gastos derivados de proyectos mal planteados, aumenta la aceptación social de las actuaciones, fortalece la cohesión y la confianza en las instituciones y mejora el impacto real de cada euro invertido. Fallos que por desgracia se han repetido en esta administración con cada intervención que han tenido en los últimos siete años de gobierno", lamentan.
La entidad añade que "los municipios que escuchan a sus barrios diseñan políticas más eficientes y sostenibles. El Puerto y este equipo de Gobierno, sin embargo, siguen dando la espalda al conocimiento social acumulado en sus asociaciones vecinales. Además el alcalde, Germán Beardo, quiso regodearse en su propia incapacidad para el diálogo afirmando que tienen la mayoría social", y añadió que “no tengo que preguntarles nada a tres dirigentes vecinales porque no nos van a condicionar”. La Flave considera estas palabras "inaceptables y preocupantes. En primer lugar, porque muestran un desprecio explícito hacia la participación ciudadana organizada. La Flave no representa a tres dirigentes, sino a miles de vecinos y vecinas de todos los barrios, que aportan su tiempo y conocimiento para mejorar la ciudad. Descalificar al tejido vecinal es desconocer la base misma de la democracia local. En segundo lugar, porque revelan una concepción de la gobernanza alejada de los estándares contemporáneos. Los ayuntamientos que funcionan, los que obtienen mejores resultados, trabajan con su ciudadanía, escuchan, debaten, incorporan críticas y construyen proyectos compartidos. Gobernar sin preguntar no es eficacia: es aislamiento político. Si realmente queremos una gran ciudad que avance, no se puede hacer sin la participación de las asociaciones que crean comunidad y ponen en común las necesidades vecinales", insisten.
Por ello, la Flave condena firmemente estas declaraciones y solicita al alcalde una rectificación pública. "El movimiento vecinal no es un obstáculo: es una garantía de que la ciudad avanza con equidad, transparencia y conocimiento de los problemas reales. La Flave seguirá trabajando por los barrios, de forma altruista como siempre, sin esperar nada a cambio. A pesar de este desprecio institucional, la Flave mantiene su compromiso con la defensa del interés general, la mejora de los barrios y la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos. Exigimos unos presupuestos que respondan a las necesidades reales de la ciudad y unas instituciones que respeten y escuchen a quienes viven, cuidan y sostienen los barrios de El Puerto", concluyen.
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