Un recorrido por la historia del Grupo Osborne a través de un testigo excepcional
Homenaje de la Academia Santa Cecilia
El presidente de la empresa, Ignacio Osborne Cólogan, cierra el ciclo de Bellas Artes con una conferencia sobre los 250 años de la compañía
El Puerto/El presidente del Grupo Osborne, Ignacio Osborne Cólogan, ofreció este martes en la Bodega de Mora una charla en la que hizo un repaso por el pasado y el presente de la empresa, y ofreció algunas pinceladas sobre sus retos futuros, con motivo del 250 aniversario de la fundación de la compañía. Se trata de la última de las charlas previstas como homenaje a este prestigioso grupo empresarial de El Puerto de Santa María, organizada por la Academia de Bellas Artes Santa Cecilia.
Las anteriores conferencias, a cargo de destacados ponentes, tuvieron un tono más académico, ya que estuvieron a cargo de investigadores especializados en el mundo del vino, como Javier Maldonado Rosso o Alberto Ramos Santana, vinculados con la Universidad de Cádiz (UCA), aunque en esta ocasión, la charla, titulada 250 años de Osborne. Aprendizajes, anécdotas y sucesos de la historia de una empresa familiar, tuvo un formato algo más ligero y se desarrolló como una entrevista, en la que el director de la Fundación Osborne, Iván Llanza, fue planteando una serie de preguntas que fueron contestadas de forma distendida por Ignacio Osborne, combinando anécdotas y recuerdos familiares con distintos momentos históricos y económicos atravesados por la firma en su larga trayectoria.
Entre el público se encontraban personas pertenecientes a varias generaciones de la familia Osborne, miembros del consejo de administración de la bodega, antiguos empleados de la empresa, invitados y amigos, así como la junta directiva de la Academias de Bellas Artes, cuyo secretario Ignacio Rodríguez Rendón hizo la presentación del acto y del entrevistado.
La entrevista permitió abordar distintos aspectos del conferenciante, ingeniero superior de ICAI, y también de la propia compañía, comenzando con la huella familiar de Ignacio Osborne, sus primeros trabajos y recuerdos de su infancia y su formación empresarial, para continuar con la trayectoria de la bodega a través de dos siglos y medio, cuya memoria se conserva en su archivo histórico, y cómo las enseñanzas de las crisis y las guerras del pasado pueden ser útiles para afrontar el presente, con el horizonte de la digitalización y las nuevas tecnologías, aunque sin perder de vista la tradición.
También habló ante el auditorio (unas 160 personas) sobre los cambios que había supuesto para la compañía la política empresarial de diversificar sus actividades y sus productos, un proceso que comenzó en los años 60 y 70 y que no ha parado desde entonces, básicamente en torno a la gastronomía, y que tiene incluso una ramificación en la Escuela Gastro, de la Fundación Osborne, que se ocupa de ofrecer formación a los jóvenes para trabajar en dicho campo.
El presidente del Grupo subrayó que en definitiva el objetivo de la empresa es "hacer felices a las personas" a través de su actividad, destacando la necesidad de ser socialmente responsables, y recordando que ya en 1972 Osborne recibió un premio por el respeto y el cuidado del medio ambiente.
Como no podía ser menos, la difusión del patrimonio y la cultura tuvieron su espacio en el encuentro, de manera que una vez finalizada la entrevista se presentó la exposición El arte de trascender, que ha quedado abierta en la sala de exposiciones de la Fundación Osborne, situada en la calle Los Moros, 7.
Se trata de una selección de 15 de los 65 toros que el actor y artista Jordi Mollá realizó en abril en la Bodega Atalaya, que ya fue presentada en Madrid y que ahora se podrá visitar en El Puerto. Los toros de Osborne, de mediano tamaño, están personalizados por el artista, que se encerró durante una semana en la nave bodeguera para desarrollar la idea de la directora del proyecto, Raquel Domínguez, en el que está implicado la propia Fundación Osborne.
La exposición es una réplica del estudio que instaló Mollá durante el tiempo que estuvo trabajando en la citada bodega, situada en mitad de un viñedo, con el mismo material y el mobiliario que empleó para su trabajo, así como un zona de proyección de vídeos, en uno de los cuales el actor relata la relación personal del Toro de Osborne con su trayectoria artística, comenzando con su papel en la película Jamón, jamón, de Bigas Luna.
El proyecto sobre el legado del Toro está comisariado por Eloy Martínez de la Pera, y en fechas próximas viajará a otros países de Europa y a Estados Unidos. En El Puerto de Santa María la exposición se podrá visitar hasta el 8 de septiembre, de 10:00 a 14:30 y de 19:00 a 21:30 horas, todos los días de la semana.
Las obras expuestas, junto a una carpeta con láminas firmadas y el libro descatalogado Un toro negro y enorme están a la venta, y los beneficios se destinarán a la escuela de formación para jóvenes Gastro Osborne.
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