“El libro es un testimonio de los cambios políticos que he vivido y un homenaje a mi padre”. Rafael Gómez Ojeda presenta su libro ‘El reloj de la Esperanza. Memorias y reflexiones’, en un acto que tendrá lugar en la Fundación Alberti este miércoles, a las 20:00 horas, con entrada libre hasta completar aforo. 

Se trata del primer libro escrito por el que fue alcalde de El Puerto desde 1981 a 1986, en el que confluyen su historia política como dirigente dentro del PCE provincial y diferentes aspectos vitales de su biografía, como la de ser hijo de represaliado de la guerra civil, político socialista y sindicalista de la UGT, que fue fusilado en la ciudad portuense cuando él tenía poco más de dos años de edad.

El libro será presentado por Magdalena González, que hará una breve semblanza de su autor, y ha sido publicado por ediciones El Boletín, constituyendo su primer volumen autobiográfico, ya que a pesar de sus muchas vivencias Gómez Ojeda no ha querido escribir una obra muy extensa, dejando algunas cuestiones esbozadas para desarrollarlas después si alguien se muestre interesado.

La iniciativa de escribir el libro le fue sugerida por Francisco Artola, miembro igualmente del PCE y también hijo de represaliado, que hace algunos años presentó un libro de memorias y le dijo que él estaba obligado a hacer lo mismo, “a dar testimonio de una época que se vivió en El Puerto”, de su entrada en política, y de cómo había vivido la dictadura, la transición y la llegada de la democracia, “cómo había visto evolucionar la sociedad en ese trayecto”.

Por lo tanto, en el libro se recogen las costumbres y los cambios en la forma de vida que había en El Puerto, pasando en el plano político "de una dictadura férrea, sangrienta y peligrosa, a una democracia, en lo cual yo creo que he aportado mi granito de arena”. En ese trayecto, como en todas las etapas de su vida, “la memoria de mi padre me ha iluminado”. 

Además de estos recuerdos, el libro aborda su militancia en la clandestinidad, su trabajo incluso de corresponsal para radio ‘La Pirenaica’, y sus años como teniente de alcalde y alcalde de El Puerto, durante los cuales vivió episodios como el golpe de estado del 23-F, cuya evolución siguió desde el Ayuntamiento de la Plaza del Polvorista, o la moción de censura que desalojó del Ayuntamiento a su equipo de gobierno de izquierdas.

O episodios también difíciles, como el conflicto a raíz de la autorización para construir Puerto Sherry y muchos otros que tuvo que lidiar durante su etapa de primer edil, en la que se propuso ante todo “la construcción de un Ayuntamiento transparente”.

Todo ello, combinado con experiencias personales, su afición a los toros, la política y la recuperación de la memoria histórica, y su lucha por conseguir una sociedad libre y culta, buscando con ello “continuar la labor de mi padre”.