Este sábado 18 de diciembre se celebra el Día Internacional del Migrante, una fecha que se conmemora desde diciembre del año 2000, cuando la Asamblea General de la ONU la proclamó como una manera de difundir información sobre los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas migrantes.

La Red de Acogida de El Puerto de Santa María quiso conmemorar esta fecha con la celebración de una mesa redonda en el centro cívico en la que cuatro de los jóvenes migrantes que forman parte de esta red relataron sus experiencias migratorias de primera mano.

La mayoría de los menores que llegan hasta la provincia de Cádiz proceden de Marruecos, aunque también hay subsaharianos de países como Costa de Marfil, Ghana o Guinea. No obstante, generalmente provienen de barrios pobres y periféricos de ciudades marroquíes como Fez y Tánger, habitados por familias que se han trasladado del campo a la ciudad. Muchos de estos chicos, que no han tenido la oportunidad de estudiar en su país de origen, se ven en la calle sin hacer nada, sin futuro ni oportunidades.

La inmigración se ha convertido para muchos de ellos en la única salida, a pesar del enorme riesgo y el desarraigo que ello conlleva.

Numeroso público se acercó hasta el centro cívico para asistir a la mesa redonda.

Hasta hace apenas dos meses los jóvenes migrantes que estaban tutelados por la administración se encontraban con una grave problema de falta de documentación a la hora de alcanzar la mayoría de edad. Ahora, gracias a la reciente reforma del reglamento de extranjería, se han mejorado las condiciones para favorecer la integración de los menores y jóvenes extutelados.

Abdelhalim Menzou y Mamadou Barry, ambos residentes con familias de acogida portuenses, y Reda Berguig y Bilal Akrouni, residentes en pisos tutelados, fueron desgranando sus experiencias en un formato de entrevista moderado por la periodista Teresa Almendros, delegada de Diario de Cádiz en El Puerto.

Los cuatro jóvenes, tres de ellos marroquíes y uno de Guinea, explicaron sin dramatismos experiencias tan duras como la llegada de varios de ellos en patera, en un viaje que duró tres días, o la travesía por África de Mamadou desde Guinea Conakry hasta Marruecos, atravesando varios países siendo menor de edad antes de llegar a España.

Relataron también sus experiencias en los centros de menores, tanto en la provincia de Cádiz como uno de los jóvenes en el CETI de Melilla y cómo fue su llegada a El Puerto y su integración a la Red de Acogida, a la que están todos ellos muy agradecidos.

También, a pesar de las dificultades y de haberse visto literalmente en la calle al cumplir los 18 años, afirmaron no haber sentido rechazo por parte de la ciudadanía portuense, de la que ya forman parte y en la que se sienten integrados.