El Puerto ha vivido este domingo su tercera jornada de huelga de basuras y la ciudad ya refleja los efectos de la acumulación de residuos en calles y aceras. También se nota la falta de barrenderos en lugares como el Parque Calderón, donde en las noches de los fines de semana se celebran multitudinarios botellones, a pesar de ser una práctica supuestamente prohibida en la calle.

El Parque Calderón mostaraba este domingo la peor cara del botellón de la noche del sábado.

De momento no ha habido ningún acercamiento entre las posturas de la contrata municipal de limpieza y recogida de residuos, FCC, y el comité de empresa, según han confirmado  fuentes de los trabajadores. También han lamentado por parte de la plantilla las últimas declaraciones del concejal de Medio Ambiente, Millán Alegre, acusándoles de sabotaje y de estropear a propósito la maquinaria. El presidente del comité, Manuel García Hidalgo, ha asegurado sentir “vergüenza” ante las acusaciones del concejal y añade que este domingo los vehículos que tenían que cumplir con los servicios mínimos “se averiaron todos y trajeron una barredora prestada desde Jerez de la que también reventó un tubo hidráulico porque es muy vieja. Millán Alegre ni escucha a los trabajadores ni es capaz de aceptar la culpa de FCC”, lamentaba el representante de los trabajadores.

La Ribera del Río, una de las entradas al centro, también con la basura fuera de los contenedores.

Los vecinos tampoco están nada contentos con esta situación, coincidiendo además en pleno puente festivo y con la ciudad llena de visitantes. La presidenta de la Federación Local de Asociaciones de vecinos (Flave), Milagros Muñoz, traslada  la preocupación de los vecinos “ por haber llegado a este punto. Siempre pagamos los mismos, la ciudadanía, que abonamos con el recibo del agua el servicio de limpieza y recogida de residuos. Ya dijimos desde la Flave que el concejal de Medio Ambiente se tenía que poner a solucionar las demandas de los trabajadores y decir por qué falta maquinaria. Esto se está enquistando como pasó con el conflicto de la Policía Local”, lamenta, y añade que “el alcalde es el máximo responsable de la ciudad y debe poner fin a esta situación”.

Por su parte el concejal de Medio Ambiente, Millán Alegre -ya que el alcalde, Germán Beardo, sigue sin pronunciarse- ha acusado a los grupos municipales de haber optado “por hacer frente común para utilizar esta situación para atacar al equipo de Gobierno, vertiendo informaciones incompletas o sesgadas tanto de la situación actual como de las circunstancias que rodean al contrato”, en referencia a las declaraciones publicadas por Diario de Cádiz.

Así, Alegre reconoce “el déficit de vehículos y maquinaria que existe por la obsolescencia de los más antiguos” pero afirma que se debe “a que en el anterior contrato suscrito por el gobierno de David de la Encina se optó por incrementar la masa salarial hasta los 8,5 millones de euros de los 12 presupuestados, impidiendo la renovación de la flota de vehículos y maquinaria del anterior servicio que han ido progresivamente causando baja. Aún así, la empresa ha paliado esta carencia mediante el alquiler de los recursos necesarios para poder prestar servicio con normalidad”, afirma. También reconoce Alegre que el contrato aún no se ha renovado, “pero no por falta de voluntad ni gestión política ya que los servicios municipales continúan trabajando para conseguir esa propuesta que ha de llevarse a pleno”, señala, y recuerda que estando Izquierda Unida al frente del área de Medio Ambiente, en el pasado mandato municipal, el contrato tardó ocho meses en renovarse, siendo concejal Antonio Chacón.

El concejal insiste de nuevo en que no es su labor mediar mediar en conflictos laborales y añade que “lo que sí nos corresponde es vigilar el cumplimiento del contrato y de los servicios mínimos, que es lo que estamos haciendo”.

Según el edil popular “esa mediación a la que instan y aluden todos al unísono lo único con lo que se ha saldado en el pasado es con incrementos de la masa salarial y otras mejoras para los trabajadores, que son las que han hecho que un peón conductor recién entrado en la empresa tenga un sueldo mayor que un maestro y que se haya destinado menos dinero para renovar la maquinaria”.

Por tanto, insiste Millán Alegre, “mirar el interés de los portuenses no es solucionar una huelga a cualquier precio, porque por si lo han olvidado los portavoces el dinero sale del bolsillo de todos los portuenses. Mirar por los intereses generales de la ciudad es que haya un servicio eficaz y adecuado a las necesidades de nuestra localidad, que es el objetivo en el que estamos trabajando”.

Igualmente, Alegre considera "irónico que la concejala Leocadia Benavente muestre ahora tanta preocupación por el contrato de limpieza pública y recogida de basuras", y no tiene reparo en echar piedras sobre la gestión anterior del Partido Popular al recordar que "siendo ella teniente de alcalde de Economía" -y compañera suya en las filas del PP- "este contrato sufrió el mayor recorte presupuestario, de dos millones de euros, que se conoce en la historia municipal, que obviamente incidió en la disminución de los servicios prestados”, concluye Alegre.