Devociones renovadas en el Jueves Santo de El Puerto

El Puerto/Tras una mañana que amaneció lluviosa en El Puerto, poco a poco el sol se fue imponiendo hasta dejar la tarde de un color azul brillante. Había nervios en el interior del convento del Espíritu Santo, donde este año la hermandad de la Humildad y Paciencia comparte templo con la nueva hermandad portuense, la del Prendimiento, que procesionó el pasado Lunes Santo.

A la espera de la eterna rehabilitación de la Capilla de la Aurora, su sede canónica, que lleva ya más de diez años cerrada, la Humildad ha hecho del Espíritu Santo su segunda casa, y así se lo hacen sentir a diario las hermanas comendadoras, que les brindan año tras año todo su apoyo y cariño, algo que este Jueves ha quedado también demostrado durante la salida de las imágenes.

Una de las personas que estuvo muy presente en la procesión de ete Jueves Santo ha sido el fallecido capataz de la hermandad Sergio Alejo, policía local fallecido en acto de servicio. “A ti, Capitán. Tu ejército está preparado. Aunque ya no camines junto a nosotros, tú presencia se siente en cada paso que damos. Fuiste y serás el capataz eterno del Señor”. Para los hermanos fallecidos este año fue la estación de penitencia, “a los que formaron parte con su Fe y su trabajo de nuestros 415 años de historia”, señalaban por la mañana desde la hermandad.

El paso de misterio estuvo acompañado por la Agrupación Musical Sagrada Resurrección de Sanlúcar de Barrameda. Como exorno floral lucía lentisco, clavel sangre toro para el calvario y rosas rojas.

Por su parte el paso de Nuestra Señora del Desconsuelo, acompañado por la Banda de Música Maestro Infantes de Los Barrios, estaba exornado por preciosos ramos formadas por rosas de varios tipos, freesias lilas y rosas, clavellina rosa, alstroemelia, clavellina rosa. Mathiola malva, liliun rosa y solidago amarillo.

Las mantillas negras, un año más, estuvieron muy presentes en esta procesión, una tradición que se quiere impulsar por parte del Consejo de Hermandades en la Semana Santa portuense desde hace ya algunos años y de la que esta hermandad es una de las que cuenta con mayor participación.

La hermandad incorporaba para este año diversas piezas que enriquecen su patrimonio artístico y litúrgico. Entre los estrenos más relevantes se encontraba un nuevo juego de dos inciensarios de plata, realizados por Orfebrería Almodóvar, así como dos faroles para la cruz de guía, obra de Orfebrería Olmo, de la vecina localidad de Rota.

Asimismo, se ha incorporado un nuevo juego de cuatro ciriales y pértiga, todos ellos repujados en plata, realizados por Orfebrerías Lucena. A ello se suma la nueva cruz arbórea del paso de misterio, que incluye el rótulo ‘INRI’ en arameo, griego y latín, completando así la escena de la realización de la cruz. Esta representación se ve enriquecida con detalles como una barrena, clavos, una tenaza y una sierra, en una obra escultórica de gran valor simbólico y estético que ha sido ejecutada por el artista Luis Miguel Ojeda Quintero.

Muchísimo público en la salida de la hermandad del Nazareno

Ya a las siete y media de la tarde realizaba su salida desde la Basílica de Los Milagros la segunda hermandad del Jueves Santo, la del Nazareno, que desde hace ya unos años comparte jornada con la Humildad, tras la desaparición de la Madrugada.

La jornada comenzaba a las nueve de la mañana, con la tradicional oración de hermandad ante el monumento al pescador y la ofrenda floral por los marineros que perecieron en la mar. Y es que esta hermandad siempre ha despertado una gran devoción entre los pescadores y marineros, que durante años la acompañaron en silencio a su paso por la lonja pesquera.

El año pasado, cuando se trasladó el lugar de salida de la procesión a la casa de hermandad, ubicada en la calle Palma, finalmente no se llegó a salir a la calle como medida de precaución ante la posibilidad de lluvia, por lo que la salida de este año era esperada con muchas ganas.

En esta ocasión la cita era de nuevo desde la Basílica, donde numeroso público se congregaba para ver la salida de una de las hermandades más señeras de la Semana Santa portuense. Una sentida saeta recibía al Cristo desde uno de los balcones de la Plaza de España.

Por la mañana se rendía homenaje a los hermanos que cumplen 50 años y se procedía a la tradicional ofrenda del grupo joven y cuerpo de acólitos a sus titulares, en un año en el que además conmemoran el 300 aniversario de la Orden Tercera de Servitas en El Puerto.

La hermandad estrenaba este año el dorado de la mitad del respiradero lateral, ejecutado por el taller de dorado de los Hermanos González, de Sevilla. También los broches del faldón lateral, realizados en hilo de oro y sedas, ejecutados por el taller de bordado de Alberto Florido, así como un Libro de difuntos donado por un hermano.

En cuanto al acompañamiento musical, el Cristo iba cortejado por la Agrupación Musical Santísimo Cristo de la Clemencia de Jerez de la Frontera y el paso de Palio, por la Banda de Música Maestro Dueñas de El Puerto. Sergio Rivera González guiaba como capataz a Jesús con la cruz y Francisco Jarén Tejero a María Santísima de los Dolores acompañada por San Juan Evangelista.