Incidencia del coronavirus en El Puerto

“Nos han matado, esto es un sálvese quien pueda”

  • Varios establecimientos portuenses deciden cerrar de forma temporal ante la ruina que les supone tener los locales abiertos y tan poco volumen de negocio

El bar El Rincón Español ha decidido cerrar hasta nuevo aviso. Lleva ocho años funcionando con éxito en la calle Misericordia.

El bar El Rincón Español ha decidido cerrar hasta nuevo aviso. Lleva ocho años funcionando con éxito en la calle Misericordia. / Andrés Mora Perles

Cada vez son más los establecimientos de hostelería de El Puerto que deciden cerrar sus puertas de forma temporal, a la espera de tiempos mejores. En los últimos días así lo han hecho establecimientos como el Rincón Español, en la calle Misericordia, el restaurante La Micaela, en la avenida Micaela Aramburu, o la venta El Cepo, cerca del complejo penitenciario portuense.

José Bernal, responsable de El Rincón Español, lleva ocho años al frente de este popular negocio de la milla de oro portuense, donde cada fin de semana, y en verano a diario, solía colgarse el cartel de completo para atender a la clientela. En principio se trata de una decisión temporal, hasta el próximo 31 de mayo y esperando que las circunstancias mejoren para entonces, pero como explica José la situación se había vuelto insostenible. “Esto es de locos. La Navidad fue un pequeño respiro pero después, con las restricciones horarias hasta las seis de la tarde y los cierres perimetrales en la provincia ya era muy difícil seguir abiertos, la gente no sale apenas. Nos han matado”, afirma.

También la restricción de aforo decretada por la Junta les ha hecho mella, ya que de las siete mesas que tenían en la terraza tan solo podían usar dos, con una capacidad en el interior para once personas, incluidos los trabajadores.

Mantener el bar abierto le cuesta a José unos 4.000 euros al mes, eso sin contar los sueldos, mientras que un fin de semana como el pasado hizo una caja de 200 euros. “Nos han arruinado”, lamenta, y reclama que de momento no ha cobrado ninguna de las ayudas comprometidas, ni la de 1.000 euros de la Junta ni la de dos meses de alquiler que ofrecía el Ayuntamiento.

La Micaela también ha decidido cerrar al menos hasta la primavera, con la esperanza puesta en el verano. La Micaela también ha decidido cerrar al menos hasta la primavera, con la esperanza puesta en el verano.

La Micaela también ha decidido cerrar al menos hasta la primavera, con la esperanza puesta en el verano.

Para José Antonio Paguillo, uno de los responsables de La Micaela, la historia es muy similar. Se trata de un restaurante en el que la mayor parte de los clientes se centraban en las cenas, que suponían en torno al 75% de la facturación, por lo que con el cierre a las seis de la tarde únicamente podían aprovechar los almuerzos del fin de semana, ya que tampoco ofrecen desayunos.

“Nosotros normalmente cerrábamos unos 20 días en enero por vacaciones, porque es un mes en el que siempre ha habido poca actividad. Ahora vamos a prolongar este cierre hasta el mes de abril como mínimo, porque no se cubren los gastos”, explica. Parte de su clientela habitual procede también de otras localidades del entorno como Jerez, Cádiz o Chiclana, municipios que llevan ya unos días cerrados perimetralmente -y desde hoy también El Puerto- por lo que únicamente podían abrir para el público local.

En los ocho años de vida de este negocio el restaurante había ido prosperando, llegando a tener hasta doce trabajadores en temporada alta. Ahora quedaban seis y algunos han tenido que ser despedidos, mientras que otros se han acogido a un Erte.

“Tenemos por delante un semestre duro, sin Semana Santa y sin motos, y solo podemos confiar en el verano. En estos momentos hay que recortar gastos, nos han matado y esto es un sálvese quien pueda”, afirma José Antonio, pensando que quizás hubiese sido mejor para la hostelería un cierre total más corto que esta larga agonía.

Tanto La Micaela como El Rincón Español se ubican en locales de alquiler, cuyos propietarios también tendrán que hacer un esfuerzo para que estos negocios puedan volver a abrir sus puertas. En el caso de La Micaela ya han llegado a un acuerdo, aunque no fue así durante el primer confinamiento.

La célebre venta El Cepo también ha decidido cerrar este mes de febrero “por motivos de seguridad de nuestra clientela y plantilla. Esperamos que esta maldita pandemia mejore y podamos abrir en el mes de marzo”, señalan a través de un comunicado en sus redes sociales.

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