Vecinos de la Bajamar, en El Puerto, preocupados por la obra del tanque de tormentas
Obras públicas
Lamentan la falta de información y la aparición de grietas en algunos edificios cercanos, así como el retraso de los trabajos
El nuevo tanque anticontaminación de El Puerto: Una gran obra que mira al río
Comienzan a instalarse los colectores que conducirán el agua hasta el tanque de tormentas
Las obras del tanque de tormentas que se construye en la rotonda de La Puntilla tanque de tormentas deberían haber estado ya a punto de finalizar, según el calendario estimado de la actuación, que comenzó a principios de 2023 y contaba con un plazo de ejecución de quince meses.
El pasado mes de marzo comenzaban a instalarse en la avenida de la Bajamar los grandes marcos de hormigón para los colectores que conducirán las aguas hacia el nuevo tanque anticontaminación, un gran depósito en el paseo José Luis Tejada con capacidad para almacenar hasta 10.000 metros cúbicos de agua.
La obra, con un presupuesto de 13,3 millones de euros13,3 millones de euros, es la más ambiciosa que ejecuta la empresa de aguas Apemsa desde que concluyeran los trabajos del Plan de Abastecimiento y Saneamiento Integral (PASI), hace ya 15 años.
Los vecinos de la barriada de la Playa y la asociación de vecinos San Marcos llevan ya cerca de un año y medio conviviendo de cerca con la obra, y como parte afectada consideran que desde Apemsa no se les está informando debidamente sobre la marcha y ejecución de los trabajos.
Estos vecinos solicitaron una reunión con la concejala de Relaciones con la Ciudadanía, Silvia Gómez, el pasado mes de septiembre, solicitud que se reiteró en enero, hasta ahora sin haber sido atendidos. También lo han intentado directamente con Apemsa, que ni siquiera ha respondido a la solicitud de reunión.
Y es que son muchas las cuestiones que preocupan a los vecinos, sobre todo el impacto que la obra pueda tener en las viviendas cercanas, ya que la continua acción de las bombas extractoras de agua, al ser una actuación junto al río Guadalete, más la maquinaria empleada para apelmazar la cubierta tras la instalación de los enormes marcos ha comenzado a causar algunas grietas en los edificios cercanos. Como dicen los vecinos, con la continua acción de la maquinaria que se utiliza “el suelo vibra”.
Un quiosco apuntalado frente al Club Náutico
Por este motivo un topógrafo controla constantemente el efecto de las vibraciones, que han obligado incluso a apuntalar el techo de un pequeño quiosco de chucherías que se encuentra en la avenida de la Bajamar, junto al Club Náutico.
Por parte de los vecinos de los pisos municipales de los maestros, propiedad de Suvipuerto, ya se ha planteado el asunto en el seno de la empresa municipal, también por la presencia de grietas en el edificio, y se ha acordado pedir la intervención de los técnicos municipales de Urbanismo.
Además quieren conocer los residentes de la zona el cronograma de los trabajos, ya que operarios de las obras, pertenecientes a la empresa Gyocivil, les han adelantado que los mismos no van a cumplir el calendario previsto, según el cual deberían haber estado listos para antes del verano. Hay que tener en cuenta que tras la actuación que se ejecuta ahora en la Bajamar queda pendiente también la instalación de los nuevos colectores en la calle Aurora, paralela a la anterior, donde todavía no han comenzado.
Desde la asociación San Marcos su secretario, Francisco Roselló, lamenta esta falta de atención a los vecinos que desde hace tantos meses están soportando las molestias que conlleva una obra de este tipo. Por ejemplo denuncia que el pasado verano la avenida de la Bajamar quedara cerrada al tráfico, en plena temporada estival, cuando no ha sido hasta el pasado mes de marzo cuando se han comenzado a instalar los colectores, eliminando de golpe más de un centenar de aparcamientos en la zona.
Los vecinos echan de menos los Consejos de Distrito
En cuanto a la falta de atención por parte municipal, lamenta que la Concejalía de Relaciones con la Ciudadanía no sirva de canal de conexión entre los vecinos y el Ayuntamiento, sin que tampoco funcionen ya los Consejos de Distrito, que era el foro en el que los vecinos podía plantear directamente estas cuestiones.
También se está viendo afectada la accesibilidad en el barrio -hace poco una señora sufrió una caída de graves consecuencias- y se está resintiendo el acerado del entorno por el continuo paso de maquinaria pesada.
Por parte de Apemsa de momento no se ha aclarado qué modificaciones ha sufrido el calendario previsto de las obras, ni para cuándo se prevé su finalización.
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