Vecinos de la calle Aurora y Crucero Baleares están ya desesperados ante la intranquilidad que sufren cada noche a causa del vandalismo que se registra en un quiosco abandonado de la zona.
El quiosco, que lleva años en desuso y que nunca fue legal, se ha convertido en centro de reuniones de un grupo de jóvenes que prácticamente a diario la emprende con la estructura, que está en un pésimo estado.
El problema del quiosco no es nuevo y ya a principios de verano los vecinos hablaron con la Concejalía de Mantenimiento Urbano para que se desmantelara, comprometiéndose a ello el concejal Curro Martínez, según afirman estos vecinos. De momento, no obstante, el quiosco sigue en pie y cada vez en peor estado, a la espera de que el Ayuntamiento acometa de una vez su derribo.
Algunos vecinos que han llamado la atención a esta pandilla han sufrido incluso represalias, con lanzamiento de piedras contra sus ventanas. También cada noche aparecen junto al quiosco patines eléctricos que a veces se quedan en medio de la calzada, con el consiguiente peligro, por no hablar del ruido que se genera a diario en una zona residencial.
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