Los gorrillas han vuelto. Es cierto que nunca se fueron del todo, pero tras unos años de 'impuesto revolucionario' continuado en la década de los 90, la regulación de los aparcamientos al aire libre primero por cooperativas como PM-40 y después por parte de la empresa municipal Impulsa El Puerto vino a poner algo de orden en esta práctica, llegando a ser la presencia de los aparcacoches casi testimonial durante unos años.

Ahora, con los parking de Impulsa prácticamente desmantelados -salvo el de la Pasarela- y a la espera de la construcción del nuevo aparcamientos subterráneo de la Bajamar -del que nunca más se supo- lo cierto es que los espacios que hoy por hoy deberían ser libres y gratuitos para el estacionamiento se han convertido en zonas dominadas por los 'gorrillas', esa figura espontánea que sale de la nada para pedirte un euro por "ayudarte" a aparcar.

En los últimos meses están proliferando estos 'gorrillas' en estacionamientos como el de  la Bajamar y el parking en superficie de Pozos Dulces, que se vendieron por parte del Ayuntamiento como de uso libre y gratuito pero en el que las coacciones a conductores son moneda frecuente. Incluso en redes sociales algunos propietarios han denunciado daños en sus vehículos,  tras haberse encarado con estos aparcacoches y  no querer pagar.

En zonas como Pozos Dulces, además, la mera presencia de hasta cinco 'gorrillas', a cada cual con peor aspecto, resulta amenazante, por no hablar de las malas formas con las que se dirigen a quienes no pasan por el aro.

Así las cosas, y tras ser interpelado por un ciudadano a través de las redes sociales, el alcalde, Germán Beardo, le respondió que "he dado orden a la Policía Local de que las rondas se incrementen en todos los aparcamientos, y especialmente en dos donde la actitud de los aparcacoches ilegales daña nuestra imagen al ser estos más agresivos. Pido a todos los ciudadanos comprensión porque en base a la ley del libre derecho a circular no podemos echarlos, y solo si presenciamos extorsión o amenazas podemos actuar, aparte de que los ciudadanos presenten denuncia por dichos motivos, cosa que agradecemos".

Otra usuaria señala en  el mismo grupo de Facebook que en el aparcamientos de la Plaza de Toros también hay problemas,  y que los 'gorrillas' se quejan de los vecinos que dejan sus horas demasiadas horas estacionados "porque les quitan una plaza", afirmando que llegan a ganar unos 90 euros al día.

Otros conductores lamentan que estos aparcacoches "reserven" espacios como si el recinto fuera suyo, impidiendo a los coches aparcar donde haya un espacio libre sin su consentimiento.

En su día la regulación de estos espacios con cooperativas legalmente establecidas, y a un precio módico, vino a solucionar este problema y evitó que El Puerto se convirtiera en la ciudad sin ley en materia de aparcamiento, aunque toda la proyección de estacionamientos subterráneos finalmente frustrada -véase Pozos Dulces, Plaza de Toros y Bajamar, que en teoría sigue adelante- ha venido a suponer un retroceso en materia de seguridad a la hora de poder aparcar el coche sin temor a que algún desaprensivo te lo ralle.