No se puede quejar la familia Morillo de lo arropada que estuvo este mediodía, con motivo de la inauguración de la plaza dedicada al patriarca de la saga, José Lucas Morillo León, el primer locutor de radio que tuvo El Puerto de Santa María.

A la una de la tarde más de un centenar de personas se habían dado cita en la recoleta plaza ubicada en la confluencia entre las calles San Juan y Postigo, muy cerca de donde el protagonista de este homenaje residió durante muchos años.

El encargado de abrir el acto fue el alcalde, Germán Beardo, quien dio la enhorabuena a la familia y anunció que próximamente se inaugurará la plaza, cuya rotulación “era de justicia”.

Hay que tener en cuenta, tal y como explicó José María Morillo Sánchez, que el acuerdo para designar esta plaza con el nombre de Pepe Morillo León se tomó, a petición popular y tras el respaldo de la Junta de Gobierno, en junio de 1999, hace nada menos que dos décadas. Hasta 2010 no se derribó el almacén del montañés Victoriano García Linares, quedando entonces libre el solar entre las calles San Juan y Postigo. Siendo alcalde Alfonso Candón se designó también con el nombre del locutor el estudio de Radio Puerto en el edificio Alfonso X El Sabio, y aunque la plaza quedó lista en el año 2015, “el ex-alcalde David de la Encina no tuvo tiempo de rotularla en cuatro años”, lamentó el portavoz de la familia.

Los hijos de Pepe Morillo, descubriendo la placa.

Morillo recordó que para la designación de la plaza se recabaron más de 10.000 firmas y tuvo palabras de agradecimiento para los ex alcaldes Hernán Díaz y Alfonso Candón (el primero, presente en el acto); el actual primer edil, Germán Beardo, y el concejal Javier Bello; el ex concejal Juan Gómez (que instruyó el expediente); las hermanas Adelaida y Milagros Pérez Navarro (vecinas de la calle y auténticas guardianas de la plaza); y Hortensia Renedo y Juana Salas, compañeras de Pepe Morillo en aquella Radio del Instituto Laboral.

En representación de los nietos del locutor intervino Mari Santi Morillo, quien recordó la visión que los nietos tenían del abuelo Pepe.

Posteriormente cada uno de sus hijos leyó un fragmento de algunas de las adhesiones recogidas para rotular la plaza. Así, Isabel leyó la firmada por el ex alcalde Manuel Martínez Alfonso, que destacaba de él “su sinceridad, su amistad firme, y su sentido del humor”. Juan Luis leyó el escrito firmado por José Luis Sánchez Pacheco, amigo personal de Pepe Morillo. Victoria dio lectura a unas palabras de Antonio Muñoz Cuenca, el célebre Muñoli, que destacó “su entrega y una cultura amasada en la sangre”, además de destacar que era un gran conversador. Manolo leyó un texto del ex alcalde Rafael Gómez Ojeda, que decía que “su arma más poderosa era su cálida y hermosa voz”. Como dijo José María Morillo al final del acto, desde ahora su padre compartirá espacio con el artesano belenista Ángel Martínez, que tiene un busto en la plaza, “con quien compartirá sabrosas tertulias entre brumas”.

Tras descurbrise la placa, la familia y los asistentes se desplazaron al patio del instituto Santo Domingo, antigua sede del Instituto Laboral, donde brindaron con una copa de Fino a la memoria de Pepe Morillo León.