Fuentes de la empresa municipal Impulsa El Puerto han querido aclarar en qué consisten los cambios que se han puesto en marcha en la gestión de los aparcamientos del Parque Calderón y Bajamar 2, durante la temporada de invierno.

Tras las denuncias hechas públicas por parte de los trabajadores -hay que recordar que ha habido dos despidos- estas fuentes explican que los dos estacionamientos mencionados van a seguir funcionando, aunque se verá afectada sobre todo la rotación en los días entre semana, ya que no hay apenas demanda.

Así, los fines de semana y las fechas en las que se prevea una demanda suficiente los parkings funcionarán con normalidad durante todo el año, con un controlador como hasta ahora. En el caso de los abonados, podrán hacer un uso normal de los parkings, aunque en los días entre semana sin demanda previsible no habrá controladores en los estacionamientos.

En el caso del aparcamiento del Parque Calderón, será a través de un interfono controlado desde Bajamar 1 como se abrirá y cerrará la barrera, sin un controlador físico en el parking, mientras que en el caso de Bajamar 2, los abonados podrán utilizarlo con normalidad mientras que los usuarios en rotación serán derivados al parking de Bajamar 1.

Desde la empresa recuerdan que durante las noches de invierno hay días en los que no entra ni un solo vehículo de rotación a las instalaciones, y en otros casos acceden uno o dos. Desde Impulsa defienden que ya en el pliego de condiciones por el que se adjudicó el servicio a ESC la empresa municipal se reservaba la posibilidad de  efectuar modificaciones en la gestión de los aparcamientos, de ahí que no se haya convocado al consejo de Administración.

Las fuentes consultadas justifican la decisión en razones económicas, ya que el coste de un controlador una noche se cifra aproximadamente en 80 euros, cuando durante muchas de las jornadas del invierno no hay una demanda que lo justifique. También se recuerda que con la subida del salario mínimo, el pasado 1 de enero, los costes de personal se han incrementado en un 30%, un impacto que se ha tratado de equilibrar también con una reciente subida de las tarifas.