Este viernes han comenzado los trabajos de demolición del muelle de San Ignacio, hogar durante muchos años del Vapor, para dejar paso a los trabajos de construcción de la segunda pasarela sobre el río Guadalete.

De momento se ha derribado la pequeña pasarela que unía el muelle con la plaza de Las Galeras, pero al comenzar la demolición se ha comprobado que el interior de la estructura está lleno de corcho, cuyos restos han de ser recogidos para que no acaben en el río, por lo que se va a esperar hasta el lunes para instalar una malla protectora en la que se puedan quedar depositados esos restos de corcho.

La plaza de Las Galers, acotada para las obras de la nueva pasarela.

Este muelle se encontraba en desuso desde el triste hundimiento del Vapor, que ahora se ubica unos metros más adelante, en el antiguo varadero Guadalete, a la espera de su retirada.

Este muelle, que primero fue de madera, sirvió de parada a los primeros vapores, a principios del siglo XX, y posteriormente se remodeló hasta su estado actual, aunque la falta de uso y de mantenimiento lo había dejado ya obsoleto y se encontraba siempre cerrado con una verja, que también ha sido retirada hoy.

Los más nostálgicos se echan las manos a la cabeza con la pérdida de otro elemento del Puerto antiguo que pasa a la historia, dejando paso a un nuevo elemento urbano que unirá las dos márgenes del Guadalete.

La UTE Levantina Ingeniería y Construcción SL y Díez y Compañía construirá la nueva pasarela por un importe de 2.192.792,03 euros, cofinanciado en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional en el marco del Programa Operativo Plurirregional de España 2014/20, con un plazo de ejecución de seis meses.