La festividad de la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores y los marineros, se ha vivido este domingo con intensidad en El Puerto, en una de las jornadas grandes que marcan el principio de la vacaciones de verano.

Con la ciudad repleta ya de turistas, portuenses y visitantes se dieron cita a lo largo de la tarde, estrenando además parte del nuevo paseo fluvial que se está habilitando a lo largo de la margen derecha del río Guadalete.

Tras los cultos celebrados por la mañana en la parroquia del Carmen y San Marcos, a las cuatro y media de la tarde la imagen de la Virgen marinera llegaba a las instalaciones del Real Club Náutico, desde donde a bordo del pesquero López Jesús, engalanado para la ocasión, llegaba hasta Puerto Sherry para recorrer después el río, a lo largo, de la tarde, entre embarcaciones adornabas con banderines de colores. Incluso el catamarán se vistió de fiesta para la ocasión.

Desde media tarde la avenida de la Bajamar se fue llenando de personas que se asomaban al río, mientras que a las ocho de la tarde salía la procesión con la imagen terrestre desde la parroquia del Carmen y San Marcos.

Abrían el recorrido los grupos scouts, tras los cuales avanzaba el cortejo con presencia de otras hermandades locales, entre ellas la de La Borriquita, que comparte sede canónica con la hermandad de El Carmen.

Concejales de la Corporación, de formaciones como Partido Popular, PSOE, Vox y Unión Portuense participaron también en el cortejo, y poco después avanzaba delante de la Virgen el alcalde, Germán Beardo, junto a la hermana mayor de El Carmen, Mar Vázquez Parra.

Un momento de la salida de la procesión desde la parroquia de El Carmen y San Marcos.

Representantes de la Policía Nacional y del Ejército y la Armada también formaban parte de la comitiva, que se cerraba con la banda de música Maestro Dueñas y un nutrido número de fieles que seguía a la procesión.

El momento más esperado, como cada año, ha sido  el encuentro de ambas procesiones en la avenida de la Bajamar, en torno a las once menos cuarto de la noche, momento tras el cual se ha lanzado un castillo de fuegos artificiales que ha terminado aproximadamente a las once.

La procesión se prolongará hasta alrededor de las doce de la noche, con el regreso de la imagen terrestre a su templo, en una jornada festiva que al caer en domingo ha contado incluso con un mayor realce.