La asociación Betilo ha convocado un acto público para este miércoles 19 de julio,  reivindicando la restauración del monumento a Pedro Muñoz Seca ubicado en la plaza de Isaac Peral. El acto lleva por título "Trae un libro al monumento a Muñoz Seca".

La entidad ha venido publicando en su web y redes sociales, bajo el título 'El monumento a Pedro Muñoz Seca: tras el telón del olvido', una serie de capítulos en torno a la historia, el valor patrimonial y la triste situación de este elemento del Patrimonio Histórico de la ciudad.

Para la entidad "resulta asombrosa la indiferencia y el maltrato que recibe este monumento-biblioteca, uno de los más antiguos existentes en las plazas públicas de nuestra ciudad, cuya importancia patrimonial ha quedado descrita en las documentadas publicaciones de Pilar Sánchez Toscano y Rosalía González Rodríguez".

Desde Betilo añaden que "no es solo culpable el vandalismo inútil el que lo destruye o deteriora, sino también la falta de un compromiso municipal con su mantenimiento y conservación, a pesar de encontrase situado a escasos metros de la entrada principal del edificio que alberga nuestro ayuntamiento. Un material tan frágil como la cerámica necesita de un constante cuidado para su óptima conservación, máxime cuando está en un espacio abierto".

Betilo pretende con este acto reivindicar la restauración del monumento a Pedro Muñoz Seca, que se encuentra en un estado lamentable con signos evidentes de abandono y deterioro. A su vez los ciudadanos de El Puerto pueden convertir el monumento de la Plaza Peral en un punto de lectura e intercambio de libros. Se trata de que todos acudan al acto con uno o varios libros para dejarlos allí en los anaqueles del monumento.

Al término del acto se entregará en el registro general del Ayuntamiento un escrito dirigido al alcalde y al concejal de Patrimonio Histórico solicitando su pronta restauración, así como la reposición de los azulejos que faltan y la recuperación de la glorieta con la traza que tuvo en el momento de su creación, con el busto sobre pedestal emplazado en su primitivo lugar, rodeado de plantas y enredaderas en las celosías, permitiendo de esta forma el paseo a lo largo de su recorrido.

Una vez restituido el monumento, podría convertirse en un punto permanente de “biblioteca libre”, donde los ciudadanos disfruten de la lectura al aire libre y pueden dejar sus libros para que otras personas interesadas los lean o se los lleven. Su cercanía al edificio consistorial facilitaría su vigilancia y evitaría grafitis y otros actos vandálicos.