La empresa municipal de aguas Apemsa ha iniciado la construcción de un tanque de regulación de caudales para mejorar el funcionamiento de la estación depuradora EDAR Las Galeras (avenida de la Libertad). El alcalde Enrique Moresco, junto al concejal de Mantenimiento Urbano, Damián Bornes, y técnicos de la empresa Apemsa visitaron ayer las obras de esta infraestructura hidráulica, situada junto a la propia depuradora y cuyo cometido es retener las aportaciones de los aguaceros y de la red de aguas residuales con el objetivo de regular el caudal que llega hasta la estación depuradora de Las Galeras.

El tanque de regulación de caudales supone una inversión de 4.399.178 euros y se construye sobre una superficie de 3.200 metros cuadrados, en un terreno junto a la estación depuradora. El periodo de ejecución de obras es de 12 meses, generándose durante la intervención hasta 50 empleos directos. La empresa adjudicataria de obras es Aqualia.

En un primer momento, se está ejecutando la excavación del terreno, lo que están realizando máquinas excavadoras que construyen los dos depósitos subterráneos que forman parte de la infraestructura, que consta también de una conducción que conecta dichos depósitos con la estación depuradora. A la vez el tanque de regulación de caudales está conectado con la red de saneamiento.

El tanque de regulación forma parte de la infraestructura de la red de saneamiento de Apemsa. Su objetivo es mejorar el funcionamiento de Las Galeras, reteniendo las aportaciones de agua de lluvia que llegan de forma violenta cuando se producen tormentas. Una vez finalizada su construcción, el agua de lluvia recogida en las calles, que después de un largo periodo de sequía suele contener contaminantes, se podrá retener en los depósitos, permitiendo que sea depurada posteriormente de forma paulatina, mejorando el funcionamiento de la depuradora.

El tanque de regulación está compuesto por dos cántaras unidas. A la primera de ellas, de 2.000 metros cúbicos de capacidad, llegarán las aguas residuales recogidas y se retendrán a la espera de que se bombeen de forma constante a la planta. Cuando se llene el primer depósito, rebosará al siguiente, de más capacidad, el de anticontaminación, de 7.000 metros cúbicos de capacidad. Aquí se tranquilizarán y paulatinamente se dejarán salir a la EDAR para evitar que ésta se colapse. El depósito cuenta con un sistema de telecontrol.

Según manifestó el alcalde durante la visita de ayer, la infraestructura supone una importante mejora técnica y medioambiental. Su construcción "es muy importante para la ciudad, una apuesta con previsiones de futuro que permitirá a la depuradora funcionar de forma homogénea, evitando que trabaje al límite".

Moresco adelantó también que la comisión técnica que elabora los pliegos podría tener terminado el documento en febrero.