El PSOE tiene un problema en Sanlúcar, y es un problema de los gordos. Tras los resultados electorales del pasado domingo los socialistas de esta localidad gaditana se enfrentan a una encrucijada que no sólo es muy complicada para ellos sino que además tiene tintes históricos. Y apenas tienen dos semanas para encontrar una salida que sea la más airosa posible.

El escrutinio de las elecciones municipales arrojaron un resultado inesperado en Sanlúcar, primero porque muy pocos contaban con una victoria del PP que no se producía desde 2003 y segundo porque, aunque entraba en los cálculos, tampoco parecía tan claro que IU pudiera adelantar al PSOE por la izquierda en número de votos, como así terminó siendo. El escrutinio repartió los 25 concejales de la próxima Corporación municipal sanluqueña entre el PP (nueve), IU (siete), el PSOE (siete) y Vox (dos). Es decir, que la Alcaldía será para la popular Carmen Pérez salvo que antes de la investidura del próximo día 17 se produzca un acuerdo de gobierno o al menos de investidura entre los izquierdistas que lidera Carmen Álvarez y los socialistas encabezados por el alcalde en funciones y en teoría saliente, Víctor Mora. Pero hay un dato que no se puede olvidar: entre Álvarez y Mora hay una enemistad manifiesta forjada tras muchos años de discusión continua.

La noche de las elecciones ya se sabía que al PSOE le había surgido un problema en Sanlúcar que, por si fuera poco, se vio agravado el lunes. Ese día la dirección provincial de los socialistas que comanda Juan Carlos Ruiz Boix ya dejaba claro al PSOE sanluqueño que no podían dejar que el PP llegara a esa Alcaldía. La postura del PSOE de Cádiz es, en cierto modo, lógica. De las ocho ciudades grandes de la provincia de Cádiz, las que tienen más de 50.000 habitantes, el PP ya se ha asegurado cuatro (Cádiz, Jerez, Algeciras y El Puerto). Si a esta relación le suman Sanlúcar la brecha aumentaría a un 5-2 en detrimento de un PSOE que sólo va a tener San Fernando y Chiclana, pues la restante es La Línea, que seguirá teniendo un alcalde independiente. Y la dirección provincial del PSOE busca en este proceso de negociaciones postelectorales aminorar como sea la victoria lograda por el PP el 28-M en el conjunto del territorio gaditano.

La orden dada a los socialistas sanluqueños obliga a que en el pleno del sábado 17 al menos seis de sus siete concejales pongan en la papeleta el nombre de Carmen Álvarez para que la dirigente de IU llegue a los 13 ediles y pueda ser investida alcaldesa. Porque si esos seis votos no se producen, la nueva regidora pasaría a la lista más votada, es decir, a una Carmen Pérez que devolvería así este gobierno al PP 16 años después.

Ahora bien, ¿están los socialistas sanluqueños dispuestos a regalarle gratis la Alcaldía a IU? La respuesta es un no rotundo. De ahí que todo vaya encaminado a la conformación de un gobierno de coalición que a priori tendría una convivencia complicada no sólo por la enemistad entre Álvarez y Mora ya reseñada sino también porque socialistas y comunistas suman varias décadas de enfrentamientos continuos en esta ciudad, en concreto desde lo que sucedió a finales de 1987.

Entonces, hace 35 años y medio, el PSOE, Alianza Popular (germen del PP) y el CDS sacaban adelante una polémica moción de censura que aupaba a la Alcaldía sanluqueña al socialista Manuel Vital y destronaba al comunista José Luis Medina Lapieza. Fue una maniobra legal pero que en IU siempre ha sido considerada como una afrenta proveniente de otro partidos de izquierdas. De ahí que recuperar Sanlúcar sea para IU un objeto prioritario y ahora cercano.

Pero el PSOE no quiere cederle Sanlúcar a IU tan a las claras. De ahí que ayer los socialistas sorprendieran al pedirle a este partido que compartieran la Alcaldía dos años cada uno. "Sería bueno un gobierno que diera estabilidad a este momento dulce que vive Sanlúcar y que se haga desde las fuerzas de izquierda, que somos las que sumamos una amplia mayoría", asegura el PSOE en un comunicado en el que confirman su apoyo al aún alcalde, Víctor Mora.

Y en lo que parece un mensaje claro dirigido al PSOE de Cádiz, los socialistas sanluqueños aseguran que "todas las posibilidades están abiertas ante el futuro gobierno de la ciudad", que "nosotros tendremos la última palabra en la decisión de los posibles acuerdos" y que, por tanto, "será el PSOE de Sanlúcar el único interlocutor en las negociaciones y el que tendrá la decisión final".

De momento el PSOE de Sanlúcar parece haber dejado la pelota en el tejado de IU, pero parece improbable que los izquierdistas acepten ese reparto de la Alcaldía. Y es que en IU saben que si los concejales del PSOE no ponen en su papeleta el nombre de Carmen Álvarez, la Alcaldía sería para el PP, que es lo que no quieren ver los socialistas de Cádiz ni en pintura. Con esa ventaja juegan.