La Federación Nacional de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer) y la Federación Española Empresarial de Transporte de Viajeros (Asintra) criticaron ayer la nueva fiscalidad de los biocombustibles, que dejaron de estar exentos de impuestos el pasado 1 de enero. La medida equipara los impuestos que pagan los biocombustibles a los gasóleos y gasolinas, y según el sector, supondrá un encarecimiento de los carburantes.

Este cambio fiscal afecta a todos los usuarios de vehículos, ya que las gasolinas y gasóleos que se distribuyen en las estaciones de servicio llevan incorporado un determinado porcentaje de biocombustibles, que hasta el cierre de 2012 no pagaba impuestos. El contenido medio de bioetanol en las gasolinas se situó en 2012 entre el 6% y el 7,5%, mientras que los gasóleos incorporaban entre un 8,1% y un 9,8% de biodiésel.

Por su parte, la Asociación de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) no quiso pronunciarse sobre el impacto de estos impuestos en los carburantes porque "cada compañía o el propio empresario de la estación de servicio establece su precio" en función "de sus políticas comerciales". Sin embargo, sí destaca en un documento publicado en su página web que la carga fiscal de los carburantes se incrementó entre 2009 y 2012 en 18 céntimos el litro, debido a la subida del impuesto de hidrocarburos, el IVA y los tributos regionales.