Uno de los fenómenos laborales más significativos que trajo la crisis fue el de la incorporación al mercado, o a la búsqueda activa de empleo, de una bolsa de población femenina que salía del hogar para apoyar económicamente a la familia. Según el último avance del mercado laboral de Afi-Asempleo, ahora se está produciendo justo el fenómeno contrario: mujeres de entre 25 y 44 años con formación media o superior, que viven en pareja y tienen personas a su cargo han decidido abandonar su trabajo y optar por la inactividad.

Eso explicaría -y no el efecto desánimo o la emigración- la reducción de la población activa en el tercer trimestre en 116.000 personas, un fenómeno en cierto modo sorprendente porque la tendencia era de ascenso continuado. La tesis de Asempleo es que este segmento de población, ante la mejora de la situación laboral de sus parejas, decide dejar su trabajo porque "no encuentran el encaje laboral más idóneo a su formación o su situación personal, de tal forma que consideran el abandono de la actividad como la mejor opción dentro de su abanico de posibilidades".

El verano es una época propicia para ello, ya que cierran los centros educativos y de atención a mayores. La dificultad de conciliar vida personal y profesional y el alto coste que supondría contratar a alguien para aliviar las cargas hace que muchas mujeres asuman en exclusiva las tareas del hogar "durante un periodo de tiempo que, en ocasiones, puede llegar a dilatarse y alejarlas demasiado del mercado laboral". La razón de que sea la mujer, y no el hombre, la que renuncie a su situación profesional tiene que ver, sobre todo, con la brecha salarial de género. Afi-Asempleo se refiere a la última Encuesta de Estructura Salarial de 2013, que refleja que la remuneración de los hombres es todavía un 31% superior a la de las mujeres.

La situación es especialmente acusada en Andalucía, a pesar de que en el sur hay más paro que en el resto de regiones y los sueldos son más bajos. El informe estima en 101.800 andaluces (el 3,6% del total de ocupados) los que pasaron de trabajar a la inactividad por las razones arriba expuestas. Según Asempleo, el hecho de que aquí ocurra más tiene que ver con que aquí la probabilidad de permanencia en la ocupación se sitúa en el 88,2%, cinco puntos por debajo de la media española (93,2%). Además, añade, "este comportamiento acrecienta la divergencia regional en tanto en cuanto implica una menor generación de rentas de trabajo allí donde, a priori, son más modestas".

Por otro lado, Asempleo prevé que la creación de empleo a nivel nacional experimentará una leve desaceleración en los próximos meses, aunque avanzará a un ritmo superior al 3% en tasa interanual, lo que permitirá cerrar el año con más de 18 millones de trabajadores.