Diario del Carnaval

El buen tiempo propicia un espléndido sábado de Carnaval en Cádiz

El coro 'El gremio' canta en el carrusel del barrio de La Viña.

El coro 'El gremio' canta en el carrusel del barrio de La Viña. / Germán Mesa

Dos carnavales en uno se vivían en la jornada de este sábado en el Carnaval gaditano. El del mediodía, más familiar, con mucha participación de la cantera y con mucho público ávido de coplas. Luego, los trenes y los autobuses traían ya la marabunta y el ambiente cambiaba por completo. En ambos casos fue el día con mejor clima desde que empezó el Carnaval 2024, con una temperatura primaveral.

Las agrupaciones infantiles y juveniles ha vivido una gran semana merced a la cantidad de actividades programadas por el Ayuntamiento y la asociación que las representa. Este sábado se desarrollaba el programa ‘La Cantera Callejea’ en varios puntos del casco histórico. Podía verse, por ejemplo, a la chirigota juvenil ‘Las añejas’ en el monumento e Moret o a la comparsa infantil ‘El batallón del papelillo’ en la calle San Francisco ante la sede de Unicaja.

Los más pequeños tuvieron otra cita en la plaza de San Antonio, abarrotada para el concierto de Luli Pampín, artista argentina afincada a España famosa por sus canciones infantiles.

Tampoco faltaron desde temprano las coplas de las agrupaciones callejeras. También en San Francisco, ante la zapatería Payma, se plantaba la chirigota ‘Que baje Cristo y lo vea’, con su particular recreación de la historia entre Ángel Cristo y Bárbara Rey. En la plaza de San Francisco tiene su zona de confort la chirigota ‘Las chicas del conejo’, que homenajea a la revista Playboy y que criticaba con guasa la falta de trofeos del Cádiz en una visita guiada al Nuevo Mirandilla.

La Viña y El Mentidero: dos barrios abarrotados para disfrutar de los tangos

Los coros fueron de nuevo el plato fuerte del día en la penúltima cita de este Carnaval. Dos enclaves suscitaron la atención del público. En la plaza de El Mentidero no se cabía. Los coristas callejeros de José Manuel Valdés, ‘Las Yenni Hermosas’, lucían estampados de leopardo, muy del gusto de las ‘chonis’ a las que representan. Se divertían ante un público que bailaba con ellos en la confluencia con Cervantes y Ceballos. De la misma manera se veían por allí las bateas de ‘La fiesta de los locos’ (a las cuatro ante el bar Serrallo), ‘Los iluminados’, ‘La piñata’, ‘La coctelera’ y ‘Despierta’.

Y en la Viña también había muchas ganas de tangos y de exprimir el Carnaval. El rincón más internacional del barrio, el Manteca, era prácticamente territorio foráneo. Numerosos visitantes, entre otros muchos gaditanos, tomaban posición más bien en la calle San Félix esquina la Palma para ver pasar los coros, que desde sus carruseles lanzaban coplas a un cielo por fin despampanante. De frente el de Miguel Ángel García Argüez ‘Chapa’, ‘El Gremio’, hacía las delicias de los aficionados que lo esperaban en esta calle, mientras que en la Palma sonaban por tangos los coros de Luis Rivero, ‘El paraíso’, el de Julio Pardo, ‘Los luciérnagas’, el de Los Niños, ‘Asesinato en el Cádiz Expréss’ y el de Jesús Monje y Bustelo, ‘Este coro es de locos’.

En los aledaños del barrio la gente disfrutaba como quería, sin bullas, ni tampoco vacíos, bien en las barras y mesitas dispuestas, así como en el parque infantil, donde muchos niños y niñas disfrutaban de su particular Carnaval metidos en el tipo elegido para la jornada.

Y no solo tangos, sobre las dos de la tarde ya se podían ver algunas ilegales y romanceros, los más tempraneros de la jornada, que tomaban sus rincones favoritos de Sagasta, Solano y alrededores, donde las azafatas de ‘El cielo puede esperar’ volvían a retomar su vuelo desde la puerta de San Lorenzo, muy cerquita de ‘Los Sanchos’, en el papel del inquietante hijo del actor Rodolfo Sancho, mientras que el grupo ‘Aire caletero’ tampoco se apartaba de su rincón de la misma calle, más cerquita de Sacramento. Entre los romanceros más tempraneros, ‘Quillo, tómatelo con filosofía’ o ‘La historia de Lolita cuando Napoleón estuvo de visita’.

Aunque las coplas se hacían extensivas prácticamente a todas las plazas y esquinitas del centro, salpicado de ilegales por aquí y por allá, y de allí y de allá. Como la de Aracena ‘Los pepe goteras’, de la peña el Tito Rupy, que tenía paralizada media calle Ancha con sus ‘chapús’ chirigoteros. Otro momento se vivió en el Oratorio, donde la chirigota infantil ‘El maestro chocolatero y sus chiquillos chirigoteros’ engatusaba al público tras su pase entonando la letra de otros grupos de la cantera, así como de ‘El Grinch’, ‘La oveja negra’ o ‘Los viñanos’. Hay sabia, cantera y Carnaval para rato.

Panizas y huevos de fraile

La peña Paco Alba estrenaba horario, las dos de la tarde, y lugar, el exterior de la entidad en el antiguo parque de bomberos, para celebrar su Panizá Popular, para la que se emplearon 80 kilos de harina de garbanzos. Uno de sus directivos, Juan Mesa, reconocía que la respuesta del público estaba por encima de las expectativas, reconociendo la intención de la peña es mantener horario y lugar para el futuro. Las panizas y los huevos de fraile se acompañaron con cerveza Cruzcampo y Manzanilla Solear. Un equipo de 30 personas entre peñistas y colaboradores hicieron posible el reparto de comida y bebida.

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