Antonio Martínez Ares | Músico y autor de comparsas

“Lo he pasado mal con el covid, como el virus te coja bien da igual la edad”

  • “Personalmente creo que el Concurso del próximo año también está en el aire. A mí no me vale hablar de retrasos sino de aceptar de una vez la realidad actual”

Martínez Ares, en el patio de butacas del Falla el pasado miércoles.

Martínez Ares, en el patio de butacas del Falla el pasado miércoles. / Julio González

–¿Qué tal está? Me consta que lo ha pasado regular con el covid.

–Pues sí, la verdad que un poquito, pero bueno, como muchísimas otras personas. Es que esto depende de como te coja, de la edad, de la genética. Imagino que tendrá que ver muchas cosas. Pero bueno, ya mejor.

–¿Algún mensaje tras la experiencia?

–Pues el único que puede haber ahora ¿no? Un mensaje de sensatez, de responsabilidad, que la gente se cuide y que tenga en cuenta que este virus está con nosotros y que se va a quedar. Así que hay que aprender a convivir con él.

–Mensaje absoluto de responsabilidad y a conservar las ganas entonces.

–Es que yo creo que tampoco pasa nada, no nos vamos a morir, porque no haya Carnaval, tenemos muchísimas cosas de Carnaval para consumir, no hay que rasgarse las vestiduras. Hay que ser sensatos, eso ante todo. Y las ganas de Carnaval guardarlas. Hay que saber vivir con esto ante todo y que en la vida hay veces que hay que priorizar cosas y ahora mismo en la escala de valores no está el Carnaval.

–Igual no hay ni muchas ganas. ¿Usted ha sentido la necesidad de coger la guitarra y ponerse a componer un pasodoble?

–He tenido días, pero es verdad aquello que decía Sabina de que hay como una epidemia de tristeza en la ciudad. A veces te levantas con muchas ganas, tal cual, pero ves la realidad, y la realidad te indica que a lo mejor hay que centrarse en otras cosas. De momento mi cabeza está en otro modo.

–Y si encima ha estado enfermo peor claro.

–Bueno, es que lo de enero ha sido un mes horrible, un mes para borrarlo de alguna manera en mi vida. Es que no podía hacer nada salvo leer o ver una serie. El cuerpo no me daba para más.

–Qué putada envejecer Antonio.

–Sí, la verdad. Es una putada. Porque además lleva implícita la decadencia, y otras cosas más. Vas viendo el deterioro de tus seres queridos, en fin. Igual es que no nos han preparado desde pequeño en nuestra cultura para esto, para saber qué hacer, para ayudar en el momento. Yo por ejemplo vivo la situación de mi padre en la residencia y hay días que tengo que armarme de valor y tragar y aguantarme muchas cosas, pero es lo que hay. Nadie pensaba que nos iba a tocar vivir esto. Escuchas la tele y todo es catastrófico. Te entran ganas de partirla.

–El hecho de que su padre ya haya recibido las dos dosis de la vacuna le habrá tranquilizado al menos.

–A mí sí, mucho. Me tranquiliza que haya cada vez más gente vacunada, igual que me indigna que haya mucho hijo de su madre que aprovecha esta situación para pensar que ellos son más importantes que el resto de los humanos.

"Como músico, y como le ocurre a otros muchos compañeros, hace años que vivo al día”

–En este país hay corrupción hasta con las vacunas. Todo el mundo intentarse colarse en la cola. Typical spanish.

–Parece que es algo genético, sí. Pero lo peor no es que suceda, sino que no se corte.

–La impunidad social de la corrupción política.

–Tengo muy claro que un político, hoy por hoy, tiene que mentir para llegar donde está. Tiene que tener licenciatura, cursos, doctor honoris causa…

–Aunque el diploma sea del Millonario.

–Sí. Pero eso sólo vale para ellos, porque al resto de los humanos ni siquiera nos permiten tener ayudas gubernamentales. Porque la pandemia no sólo está trayendo muertes físicas sino muertes económicas de familias enteras. Ruina pura. Y a este paso que va la vacunación nos va a hacer falta año y medio para vacunarnos. Es una vergüenza. Y luego están los jetas que se vacunan por delante de grupos prioritarios que están en primera línea. Yo soy de un partido político y veo que hay gente que se está pasando por el forro las normas de vacunación y corto por lo sano, pero aquí parece que no pasa nada. Y parece que estamos acostumbrados, que es lo que más miedo me da. La aceptación completa a todo de la sociedad española. Eso sí me da miedo. Yo ya he perdido la credibilidad en la clase política, pero es que esa dejadez hace que sigan ahí haciendo mal las cosas. Y eso es terrible.

Martínez Ares con mascarilla en el palco de autoridades del Falla. Martínez Ares con mascarilla en el palco de autoridades del Falla.

Martínez Ares con mascarilla en el palco de autoridades del Falla. / Julio González

–Teniendo en cuenta lo que estamos comentando del ritmo de vacunación, ¿ve factible empezar a ensayar en otoño a preparar un repertorio nuevo para 2022?

–A ver, es que tenemos un problema muy gordo. Esto hay que hacérselo mirar. Lo de la campaña de conserva las ganas me parece muy bien pero es que no es nada fácil. En verano la gente tendrá que saber, aunque sea con poquito dinero, si puede hacer una agrupación y empezar a reactivar esa industria del Carnaval de la que se habla, artesanos, maquilladoras… Porque ¿cuándo vas a pensar eso si no? Como muy tarde habrá que decidir algo a finales de octubre, y ¿alguien nos da garantías de que pueda haber Carnaval en 2022? Yo personalmente creo que el Concurso del próximo año también está en el aire.

–Esta semana me decía la concejala de Fiestas, Lola Cazalilla, que están ya planteándose seriamente retrasar la celebración del Carnaval 2022.

–Ya, pero a mí ese retraso no me vale, porque yo de retrasos estoy harto ya. A mí me vale la aceptación de la realidad, y por supuesto que si en dos años no hay Carnaval ni Concurso, y si esto es algo que verdaderamente da de comer a mucha gente en la ciudad, que ahí ya podemos entrar en una hipocresía gorda del debate, pues han tenido tiempo para meter en la latita de conserva los papelillos de las ganas. Yo estoy harto de escuchar que nadie vive del Carnaval. Pero si eso es mentira no podemos jugar a la hipocresía toda la vida. A un equipo de Gobierno de derechas no le puedo pedir peras al olmo; a un equipo de Gobierno de izquierda, que se supone que tiene un sentimiento muy parecido al mío, sí. Si en dos años no hay Carnaval a mí la verdad es que se me desmonta mucho el chiringuito de solidaridad y esas cosas. Vamos a decir las cosas claras y a dejarnos de pensar a largo plaza y tal y cual. Habrá que tomar decisiones ya. En fin, de aquí al 2023 a ver qué pasa, porque ya te digo que soy bastante pesimista con el 22.

–El otro día decía Pepe Pettenghi que cuidadito con la luz al final del túnel a ver si va a ser una locomotora que se nos viene encima.

–Pues puede ser. A mí no me gustaría estar en la situación de ningún técnico de este país que tuviera que liderar esta historia, pero, coño, es que ni ellos mismos parece que saben la repercusión que puede tener esta pandemia.

"Si de verdad llega el momento de pensar creo que habría que darle una vuelta al Concurso”

–Aprovechando este parón biológico ¿no cree que sería bueno darle una repensada a todo y empezar con nuevos aires?

–Ahora es el momento de ayudar a muchísima gente, de poder confiar en un producto bueno. También es que creo que me he puesto muy pesado con eso de que el Carnaval puede ser una manera de vida. Entonces es que yo como que no quiero entrar más en ese tipo de detalles. Creo que es un pensamiento que tiene muchísima gente pero, por lo que sea, al final no cala, no se llega a puerto por ninguna de las partes políticas que gobiernan la ciudad. Así que nada, sálvese quien pueda y que cada uno vaya a lo suyo. Pero claro, si de verdad llega ese momento de pensar, habría que darle una vuelta al Concurso. Hay un detalle curioso. El año pasado sí hubo Concurso y las redes sociales estuvieron muy esfervescentes con todo. Este año, como no hay, existe un buen rollismo absoluto. Todo es genial, magnífico, qué guay tío. Tiene que venir una pandemia para que la gente por lo menos le vea un poco de arte. Venga ya hombre.

–Hablemos de la economía doméstica. En su caso, que vive de la música, estará siendo un año muy complicado. Otro quebradero de cabeza.

–Está claro. Entiendo que la hostelería está pasándolo muy mal, pero el de la cultura también. En mi caso concreto, como el de otros compañeros, que viven de la música, esto es saber que puedes ingresar dinero o puede que no. Yo hace muchísimos años que vivo al día. Y es lo que hay. Llega una situación como esta y es peor. Por ejemplo, hay gente que se aprovecha de tu trabajo y tú no puedes hacer absolutamente nada. Hay gente que canta tu obra, se saca un sueldo y tú no ves un euro. Y puedo seguir ¿eh? Pero es que está todo parado. Al final, por más que esté vista la palabra, hay que reinventarse, o ser un poco más lobo solitario, porque la comparsa no puede rodar.

–¿Le está rondando alguna idea la cabeza para una próxima comparsa?

–En su momento yo barajé algo, pero vi venir toda esta vorágine y lo paré. Nunca se sabe, porque a lo mejor lo que tienes en la cabeza dentro de tres meses no vale. Prefiero ahora mismo ser un poco más cauto. No es que haya dejado de pensar, pero claro, si ya sé que no va a haber Concurso en 2022 pues no voy a darme un tiro en el pie y no voy a quemar un cartucho con una comparsa que no va a terminar naciendo. Cosas tengo, ideas tengo, pero ¿para qué quemarla? Habrá gente como yo que estará pensando de la misma manera. Eso para empezar. Y luego, ganas de hacer cosas tengo, pero no es el momento, repito.

"En la vida hay que saber priorizar, y ahora no es hora de Carnaval. Y no pasa nada. Sensatez”

–¿Tiene algún proyecto alejado del Carnaval?

–No, porque toda la industria de la música está muy parada. Cuando de alguna manera ellos vean un poquito de normalidad, dentro de lo que hay, imagino que se volverá a activar todo. Pero ahora mismo lo que hay que hacer es darle vueltas al coco para hacer otras cosas, si eres de los que están en el mundo de la creatividad. Es que todo lo que yo hable ahora es para nada, porque no sé lo que va a pasar dentro de tres meses. Igual estamos mejor o no, o seguimos con los cierres perimetrales, con multitud de casos y con la pandemia en todo su apogeo. Una cosa es lo que queramos y otra la realidad que estamos viviendo. No hay más.

–¿Está escuchando algo de Carnaval?

–Escucho Carnaval en momentos muy puntuales, muy especiales, y además porque lo necesito en su momento. A mí me parece que todas las iniciativas están muy muy muy bien, pero a mí me pillan en el momento en que me pillan. Igual un día estoy tonto y necesito escuchar esto o lo otro. Lo que pasa que yo soy consumidor de música, no sólo de Carnaval. Estoy abierto a todos los flancos, pero no soy de estar todo el día oyendo agrupaciones, y menos de las mías. Porque, además, alguna la quitaba del currículum jaja.

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