Valga el empiezo de uno de sus pasodobles: Se siente nostalgia constante. La siente Cádiz por él. Lo añora 42 años después de su muerte. Y este lunes, con motivo del centenario de su nacimiento, una cincuentena de gaditanos, la mayoría relacionados con el Carnaval, le cantó Feliz en tu día ante su busto, ante su amor platónico, ese rinconcito llamado Caleta, donde el sol se muere de celos, quién sabe. Paco Alba sigue siendo inmortal cien años después de nacer en Conil de la Frontera el 23 de abril de 1918.

El Aula de Cultura del Carnaval de Cádiz y la peña Paco Alba habían organizado el homenaje al que acudió la hija del coplero, Katy, acompañada por su marido y dos de sus hijos. En nombre del Aula, Eugenio Mariscal glosó la figura del autor destacando su lugar privilegiado en el olimpo de la fiesta junto al Tío de la Tiza y Manuel López Cañamaque. La Santísima Trinidad del Carnaval gaditano. Mariscal recordó cómo Alba rescató el nombre de comparsa, que ya existía, para una nueva modalidad más refinada que la chirigota, allá por los comienzos de los 60. "Aunque sus letras eran sencillas y de calidad, el fenómeno de su historial es la música con las que las envolvía", apuntó.

Katy Alba recibió un ramo de flores de manos del presidente del Aula, Agustín Rubiales. Otro ramo fue colocado junto al busto de piedra, no sin dificultades. 'El Purri', Eugenio Mariscal y Rubiales tuvieron que aupar a Juan Mesa, de la peña Paco Alba, para que lo depositara, debido a la altura del monumento. Aprovechó Mesa para recordar los actos que la entidad que lleva el nombre del autor de 'Los forjaores' o 'Los fígaros' desarrollará en lo que queda de año.

Según Mariscal, "si después de 100 años estamos aquí, es que le seguimos queriendo". Y tanto. José Sibón 'El Purri', Rafael Villa, Francisco Abeijón 'Carapalo', José Luis Fatou, Joaquín Quiñones, Antonio Procopio, Jaime de la Puente, Norberto Iglesias, José Castellón 'Pellejo', Joaquín Márquez 'Carapapa', Kiko Zamora, Mario del Valle, Willy Olmedo, José Manuel García 'Crui'... Allí estaban entonando algunas de las mejores coplas de 'El Brujo'. Entre ellas, Cuando contemplo mi barca, de 'Los hombres del mar' (1965), cuyo texto repartió el Aula en hojillas.

Con el arte que le caracteriza, fue 'El Purri' el encargado de dar tono para que sonara también el pasodoble albista por excelencia: el Vaporcito del Puerto. Cantaron otro clásico de la obra de Alba, el Oh, Cádiz de 'Los sarracenos' (1957), antes de que Katy Alba se lanzara a interpretar Un buen amigo y paisano, el pasodoble de 'Los senadores romanos' de 1968 dedicado precisamente a los quereres de Paco y la castiza playa viñera. "Estamos muy agradecidos porque Cádiz no olvida a mi padre. Está siendo un año muy intenso y repleto de emociones", señalaba al término del acto la hija de El Brujo.

Cerca del atardecer, y antes de que la luna le arrebatase, como cada noche, la plata a las olas de La Caleta, los invitados al cumpleaños rompían filas. Allí se quedaba la efigie de Paco Alba mirando a la eternidad a la que el genio pertenece.