El padre de la criatura carnavalesca, pilar indiscutible de la fiesta gaditana. Antonio Rodríguez Martínez El Tío de la Tiza nació el día de Nochebuena de 1861en el número 7 de la calle Rosario Cepeda, como descubriera hace unos años Javier Osuna en la revisión biográfica que hizo sobre el autor, y no en Conil de la Frontera ni en 1833 como su anterior biógrafo, Ricardo Moreno, mantuvo. Allí, en su casa natal, figura desde este viernes una placa que recuerda su llegada a esta vida para gloria de la ciudad y del Carnaval gaditano. El acto, que se enmarcaba dentro del programa del XXII Congreso Internacional del Carnaval que está celebrando la UCA en la Facultad de Filosofía y Letras, contó con la presencia del alcalde de Cádiz, José María González; la edil de Cultura y Fiestas, Lola Cazalilla; y el biznieto del Tío de la Tiza, José Luis Sánchez Rodríguez, que lucía en su solapa el Antifaz de Oro póstumo concedido a su bisabuelo en 2012, año del bicentenario de su fallecimiento.
Era un día “esperado” desde hace tiempo, como apuntó Alberto Ramos, director la Cátedra del Carnaval de la UCA, quien pidió al alcalde la puesta en marcha de itinerarios culturales sobre flamenco, Carnaval y La Pepa. A su juicio, las verdaderas tres ‘C’, de cunas, que hay en Cádiz. Javier Osuna agradeció a la actual corporación municipal la colocación de la placa –recordando que la anterior no la colocó– en ese número 7 de Rosario Cepeda donde la madre del Tío de la Tiza, Ramona Martínez, tenía un taller de costura. La misma calle, recordó Osuna, donde vivía Fernando Quiñones . “Una calle que tiene un precioso nombre de mujer. De las pocas calles, por desgracia, que tiene nombre de mujer en Cádiz que no sea el de una santa”, apostilló.
El alcalde González destacó el triángulo simbólico que conforman la finca de Rosario Cepeda, 7 junto con el futuro y próximo Museo del Carnaval y el local que en la calle Sacramento esquina con Columela ocupaba el bar La Lonja, donde el homenajeado se ganó el sobrenombre de El Tío de la Tiza. “Este enmarcado –resaltó- cada vez va cobrando más fuerza. Son lugares especiales de nuestra ciudad que conforman parte no sólo de nuestra historia, sino también de nuestros registros, de nuestro lenguaje y de nuestro sentimiento más importante que es el Carnaval de Cádiz”.
Especialmente emotivo resultó la participación en el homenaje de algunos de los alumnos más aventajados del Tío de la Tiza como Julio Pardo, Adela del Moral, Faly Pastrana y Nandi Migueles, que se reunieron para la ocasión e interpretaron a pulso y púa dos célebres temas de Antonio Rodríguez, acompañados por Maribel de los Reyes y Auxi Gener. Uno, el más conocido, el tango de ‘Los anticuarios’, el coro que cantó Los duros antiguos, y el otro, el cuplé-polka de ‘Los lilas’, recordado por su estribillo trabalenguas que comenzaba con el “Periquitúliqui”. “¡Qué ganas de Carnaval!”, remató al final el alcalde con entusiasmo.
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