Más de un centenar de hombres tuvieron el privilegio de cantar las coplas del Brujo, de vivir un ensayo con el creador, de conocer al hombre que cambió para siempre la faz del Carnaval de Cádiz. Cuatro de ellos, Emilio López Prats, Antonio Galán Miranda, José Martínez Prats y José Landi Guardado, protagonizaron ayer un coloquio en la Fundación Cajasol, en la Casa Pemán, que estos días acoge una magnífica exposición sobre el autor gaditano. Sus comisarios, Javi Osuna y Santiago Moreno, fueron los encargados de ir presentando a estas personas, historia viva de nuestra fiesta, para que recordaran algunas anécdotas del padre de la comparsa.

Tras repasar someramente la trayectoria de Paco Alba, Santiago Moreno dio paso a Emilio López Prats, el único que también vivió la primera época del genio chirigotero, el que perdía ante las agrupaciones de Quintana. "Paco hacía algo distinto, cuidaba mucho de la afinación, decía que lo bonito era la melodía, por eso siempre llevaba las voces altas detrás, con los segundas, me parece a mí que actualmente las comparsas han bajado bastante precisamente porque no se cuida la melodía".

Pepe Landi, guitarra que salió en 'Los fabulistas' y que también actuó fuera de concurso en numerosas ocasiones con 'Los hombres del mar', explicó cómo conoció a Paco Alba cuando ensayaba con el coro de Luis El Gitano. "Coincidíamos en un tipo de mejicanos y Paco se plantó en el ensayo para convencer a Luis de que lo cambiáramos. Nos llevó dos tangos y nos dijo que él iba a vestir mejor a 10 o 12 hombres que nosotros a 40. Nosotros estábamos sobrecogidos por verlo. Luego yo acabé saliendo con él y tengo unos recuerdos maravillosos, tanto de él como de gente como Jesús Monzón, Carlos Brihuega, Chatín, en fin, todos, entonces éramos jóvenes y estábamos juntos", dijo emocionado.

Galán, uno de los mejores tenores que ha dado el Carnaval de Cádiz que salió también con Eduardo Delgado, recordó cómo de chavales, junto a los citados Brihuega o Monzón, cantaban por las esquinas "soñando con poder salir algún día con el Brujo".

Por último José Martínez Prats, que entró en la comparsa el año de 'Los senadores romanos', recordó "la claridad con que Paco te hablaba. Era un hombre muy suyo, pero que tenía una gran calidad humana. Recuerdo un día que trajo una letra y un simple gesto de Chatín le hizo que rompiera el papel y saliera echando chispas", recordó.