Diario del Carnaval

Un espectacular circo luce en el número de la Gran Cabalgata

Una de las entretenidas agrupaciones que han desfilado por la cabalgata

Una de las entretenidas agrupaciones que han desfilado por la cabalgata / Jesús Marín

Había una vez... una cabalgata convertida en un gran circo...¡y sin levante!. Un desfile magno a la altura del Carnaval de Cádiz, donde no faltaron ni acrobacias, ni malabares, ni música, ni forzudos, ni payasos, ni percusión. La espectacularidad del circo desgranado en todos los espectáculos de este arte tomó la avenida pasadas las 20.00 horas en un entretenido cortejo en el que mucho tuvo que ver el Carnaval de Badajoz, del que procedían potentes grupos de baile que con sus coreografías imprimieron un gran ritmo, aunque no en el paso del cortejo, donde se veían grandes claros. Precisamente Cádiz y Badajoz están hermanadas y las comparsas pacenses solicitaron venir y probar el gran evento del domingo.

Arrancó la cabalgata desde la Glorieta Ana Orantes con una banda de música que se abría paso entre sones de pasodobles y coplas con sabor a Cádiz. Desde los pasodobles de 'La viudas', hasta el himno oficioso del Cádiz de Santander, como única muestra de la música de nuestro carnaval, que desgraciadamente ya se ha convertido en la tónica habitual, y al que representaban, eso sí, algunas agrupaciones del COAC a las que se agradece enormemente su participación. Entre ellas, la comparsa de las mujeres ‘We can do... Carnaval’; la chirigota ‘Aquí huele a verdín’, la comparsa ‘Los veleros, una comparsa de toda la vida’, los dos cuartetos finalistas ‘Al edén que le den’ y ‘Los ultraortodoxos de los callejones Cardoso’, acompañados de sus hijos los integrantes del cuarteto infantil también ganador ‘Los que no ganan pa bonobús’, así como la chirigota ‘Las lolas lolitas’. Junto a ellas, las tradicionales charangas familiares encabezaban el espectacular número circense que estaba por llegar.

Para abrir esta gran función, los 40 bailarines del ballet Circus, unas amazonas muy aplaudidas en todo el recorrido, mostraron las primeras credenciales de este gran número. ‘La Orquesta circo’ fue la primera de las nueve carrozas, más grandes que en años anteriores, y enfocadas cada una hacia una faceta de este arte. Tras ella aparecieron los primeros payasos y sus habilidades en técnicas malabares y otras destrezas como el monociclo. Pero no fueron los únicos, ni los más grandes, pues seis payasos gigantes hinchables de Playmobil hicieron acto de presencia, como única representación de este tipo de enormes criaturas muy presente en las cabalgatas de los últimos años.

Tras la carroza ‘Circo payasos’ llegó la animación de un grupo de equilibristas futuristas que mostraron sus dotes, para sorpresa del público, como la de ‘El anillo nibelungo’, un gigante aro de cinco metros de diámetro portado por cuatro equilibristas que iban recorriendo la avenida girando con gran habilidad en torno a esta rueda.

A modo de paréntesis, la agrupación también de Badajoz ‘Vaivén’, enfundado en un original tipo de fantasía, hizo un bello homenaje a los caídos y todos los que lo han dado todo durante el Covid, desde sanitarios a profesores. Un virus convertido en una gran fiera, como las que no podían faltar en este gran circo del Carnaval, a bordo de la cuarta carroza, en las que lucían completamente amansadas por el ritmazo musical que invadía todo el cortejo. Menos tranquilos estaban todos los peques que disfrutaban del entretenido show cuando los ‘Rainbow invaders’ empezaron a lanzar pelotas gigantes de colores, que sirvieron la diversión por donde iban pasando.

La siguiente carroza se llenó de ‘Malabaristas’, a los que seguían los integrantes de un circo vintage en el que no faltó la recreación de un elefante a tamaño natural montado por un domador. Junto a la especie animal más típica de este tipo de espectáculos desfilaban trapecistas, contorsionistas, acróbatas, payasos, zancudos y forzudos, como los que daban nombre a la siguiente carroza.Y tras ellos, los ritmos del grupo pacense 'Lancelot', que animaban a su paso a ritmo de tambores y batucada. “¡Badajoz, Badajoz, te quiero, qué bonito Badajoz en el mundo entero...!”, le cantaron versionando la letra de ‘Carnaval’ un numeroso grupo del público que no pudo resistirse a la alegría de los sones de estos y estas amazonas.

Seguía el desfile la carroza del Dios momo, colmada de demonios y demonias, pero sin Dios momo, como otra de las particularidades de este carnaval en junio y de esta cabalgata más verpertina que nunca. Tanto, que desgraciadamente hacía mirar el reloj más de la cuenta al ir cayendo la noche, en la víspera de un lunes que no pudo ser festivo y con cole, por discrepancias y cabezonerías políticas.

La temática circense ya iba llegando a su fin e intercalando con el espacio pirata del pasacalle ‘Los piratas de little historia’, y la propia carroza de la flamante pregonera infantil, Rocío López Helmo, acompañada de la animación de una enorme flor comandada por una acróbata y las acrobacias de otro grupo de artistas con mazas, bolas de equilibrio y otras destrezas como el monociclo.

Fue la pregonera India Martínez, como es tradición, la encargada de poner punto y final al cortejo magno del domingo de Carnaval, enfundada en el espectacular plumaje que portó la noche de su pregón, y coronada por el grupo Atahualpa, que protagonizó el último número de la cabalgata más bailonga y divertida de los últimos años.

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