La comparsa malagueña de Manuel Navarro y José Antonio Pino disfrutará de su segunda experiencia consecutiva sobre las tablas del Falla tras estrenarse en el COAC 2018 con 'Duérmete niña'. El grupo cuenta con algunas novedades respecto al pasado Concurso. 

Actuación en preliminares

• el tipo. Hipnotizadores.
• las coplas. Con un péndulo, un reloj y un paraguas, estos hipnotizadores intentan dormirnos para hacernos despertar. Sus dotes intentan que se levante un pueblo que está dormido como un niño y que es manejado. Una sesión de hipnosis, la de esta comparsa de Málaga, que acaba dejando dormido al respetable con un repertorio que acaba perdiéndose por completo en un popurrí soporífero, con el que no saben diferenciarse al caer en los tópicos de la modalidad en esta pieza. La música del pasodoble se acaba volviendo algo enrevesada al carecer de una estructura clara. Además, ofrecen dos letras de poca altura. Regresa una vez más el tradicionalismo español en la primera copla -no hay cosa más española que la pringá- al decir todo lo bueno que hay en España aunque la sanidad o las pensiones vayan mal, pero la bandera no se puede ni tocar porque es sagrada. Con un grupo con muchas carencias interpretativas, se atreven con una segunda copla que cantan a capela en la que van sumando poco a poco 12 voces para hacer poesía a través de los números. Efectismo que tapa a la letra y que no causa efecto al pinchar las voces, ya que en algunos momentos suenan atropelladas. La hipnosis no consigue su fin en la cama en el primer cuplé, bastante flojito, al quedarse dormida la parienta, mientras que en el segundo, de igual talla, hipnotizan a la comparsa de Martínez Ares para que se coman a los políticos. ¡A dormir!

El veredicto del Diario del Carnaval

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