el tipo. Un misionero y una tribu peruana. las coplas. Una nueva misión de un gaditano que se marcha al Machu Picchu para llevar el progreso. Un avance que llega mínimamente a este grupo, que consigue mejorar las prestaciones del primer pase, pero sin llegar a encandilar por su tipo de humor. Sí sigue enamorando la música del pasodoble. Dos letras que sí responden a lo que se espera de esta segunda fase. La denominación de salvajes por ser una tribu peruana que vive alejada de la civilización sirve para hilvanar la primera letra de manera adecuada. Llaman salvajes a los humanos de manera acertada por vivir presos del móvil o no respetar a su compañera. Muy atinada la crítica a los autores grandes de la fiesta por sus quejas sobre el Concurso al “menospreciarlo” si no le sacan rentabilidad, por lo que les piden que “se vayan” si no les interesa. Luces y sombras en los cuplés. Las sombras aparecen en el primero a los problemas para hacer cuplés porque todo está antes en internet, como la foto de sus heces que les pide su médico. Bastante mejor el segundo a la petición del VAR de un recién nacido para saber quién es su padre. El popurrí va claramente de más a menos, aunque alguna pequeña novedad, como el tema de las entradas de la final, sí causa efecto.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-cortado (aceptable)

Actuación en preliminares

el tipo. Un misionero y una tribu peruana. las coplas. En una aldea en el Machu Picchu, a 10.000 metros de altura, da miedo que te manden a bajar la basura. Un misionero llega a ella para traerles la modernidad, pero sus habitantes le dan las vueltas porque trabajan de operadores telefónicos. La chirigota de los Wey da un paso atrás en el camino andado en los últimos dos años con una propuesta que se encamina por un camino en el que, al final, lo que brilla es el bastinazo por lo poco que puede ofrecer, aunque los golpes acaben siendo efectistas en el popurrí. Un global demasiado irregular a pesar de las buenas maneras del grupo, que se defiende bien ante una empresa complicada. Sobresale la melodía chirigotera de los pasodobles, con un compás que cala rápidamente. En esta tanda, las letras son mucho más lúcidas. Pasodoble de presentación en el que le hacen un piropo a Cádiz desde el Perú, ya que cambian el imperio Inca por romanos, musulmanes y fenicios. Se meten bien en el tipo al dedicar su segunda letra a los inmigrantes llegados desde Perú que se dedican a cuidar a personas mayores mientras que los hijos se olvidan de sus padres. No aciertan en la tanda de cuplés. Bastinazo grave en el primero a lo que le parten a su niño, y no es su corazón, el día de la Cabalgata de Reyes. Enésimo homenaje en forma de cuplé a Juan Carlos Aragón, pero esta vez con el mítico “cargo el camping luz, cargo el camping gas y me voy a Los Caños”.

El veredicto del Diario del Carnaval

Palo-seco (regular)

La previa

Chirigota Misión imposible

La conocida como chirigota de los Wey sigue haciéndose un nombre en la modalidad tras dos buenas experiencias en el Concurso del Falla. Debutaron superando el primer corte con 'Las pinchapelotas' en 2018 y repitieron como cuartofinalistas este 2019 con 'Los que vienen de etiqueta'. 

El grupo sufre algunos cambios en la autoría respecto al pasado certamen de coplas, pues Mario Rodríguez Parra y Ramón Ruiz abandonan el proyecto y se une como autor Fran Quintana, que compaginará su comparsa con la autoría de 'Misión imposible' junto a José Manuel Santos y Falu Valero. Será la primera experiencia en chirigotas del autor de 'Los buscadores' desde 1999, cuando fue músico y director de 'Te lo pongo en bandeja'.