Diario del Carnaval

Tiendas, una cafetería y un teatro para el futuro Museo del Carnaval

  • Sale a licitación el proyecto de rehabilitación del Palacio de Recaño por 2,4 millones de euros y 15 meses de obras

  • Hasta el 4 de febrero podrán presentarse las ofertas

Plano de la planta baja del futuro Museo del Carnaval

Plano de la planta baja del futuro Museo del Carnaval

Hasta tres tiendas diferenciadas, una cafetería y un pequeño teatro que hasta ha sido ya bautizado como Tío de la Tiza tendrá el Palacio de Recaño cuando reabra sus puertas como Museo del Carnaval. El Ayuntamiento ha dado un importante paso adelante en esta vieja aspiración de la ciudad, y el portal de Contratación Pública anunció ayer la licitación del proyecto de rehabilitación del antiguo Palacio de Recaño, como ya anunciara hace unas semanas la concejala de Fiestas, Lola Cazalilla.

En la documentación que acompaña al anuncio de licitación se observan todos los detalles de cómo se distribuirán las cinco plantas del futuro equipamiento (la baja, una entreplanta y tres en altura). En total, 2.014,26 metros cuadrados de superficie útil que se pondrá al servicio del Carnaval.

La planta baja será la que cuente con esas tres tiendas (una de ellas destinada a souvenirs y recuerdos y otra especializada, según se concreta en el proyecto), con la cafetería y con el teatro El Tío de la Tiza. Además, el patio central que sirve de pulmón de este edificio (de 130 metros cuadrados de superficie) se utilizará como lugar para exposiciones temporales.

Precisamente, las exposiciones temporales que se programen en ese centro dinámico de conocimiento y difusión del Carnaval –que es el concepto que se le quiere dar al edificio para que no sea un mero museo dedicado al Carnaval, sino algo vivo y en continua actividad– ocuparán toda la entreplanta del inmueble, con 543,50 metros cuadrados de superficie construida. Estas exposiciones temporales podrán ocupar hasta cinco salas conectadas entre sí que rodean al patio central del edificio.

La primera planta será la que albergue la exposición permanente de los fondos del museo, para lo que se destinarán un total de 120 metros cuadrados repartidos en cuatro salas, a lo que se sumarán otros 61 metros cuadrados que expondrán trajes carnavalescos pertenecientes también a esos fondos museísticos que se han ido recopilando en todos estos años.

La tercera planta, por su parte, será la destinada a la actividad administrativa y de trabajo, con salas destinadas a la dirección del centro o a su administración y otras cuatro dependencias que ocuparán los investigadores de la fiesta que utilicen este Palacio de Recaño como lugar en el que realizar sus trabajos.

Además de estos usos principales, el proyecto del Museo del Carnaval contempla también una sala que reunirá los fondos existentes de hemeroteca, biblioteca, fonoteca y mediateca; una hemeroteca; una biblioteca; una sala de reuniones de colectivos; talleres de restauración de vestuario de agrupaciones (con una sala de casi 70 metros cuadrados de superficie en la planta segunda) y de restauración de papel y documentos sonoros (con la misma superficie, pero en la planta primera); un aula taller de artesanía y costura vinculado a la fiesta grande de la ciudad (para lo que se destinan otros 57 metros cuadrados en esa segunda planta); un laboratorio para la digitalización de archivos; o almacenes que servirán para los distintos fondos que se irán exponiendo en ese futuro Museo del Carnaval que ya cobra vida en los planos y estudios técnicos que han salido a licitación. Todo ello con dos aseos por planta (uno de ellos adaptado a minusválidos) además de dos vestuarios ubicados en la planta segunda.

Para conseguir todo esto, los técnicos municipales han desarrollado un proyecto de obras que se ha presupuestado en 2.408.996,47 euros, que es el precio de licitación de la rehabilitación y adaptación al nuevo uso del Palacio de Recaño, y para el que se establece un plazo de obras de quince meses. Ahora, las empresas interesadas tienen hasta el 4 de febrero para formalizar las ofertas, que seguramente rebajarán levemente la cuantía económica y el plazo de obras inicialmente estipulado por el Ayuntamiento. Y a partir de ahí, se seguirá con la tramitación habitual, que en principio establece que el 18 de febrero debe conocerse el nombre de la empresa que resulte adjudicataria, por lo que a inicios del segundo trimestre del año podrían comenzar los trabajos en el interior del equipamiento.

En la documentación que acompaña a la licitación se especifica con detalle los trabajos exactos que hay que hacer en cada una de las plantas. En líneas generales, se van a desmontar todas las carpinterías exteriores e interiores para sustituirlas por otras nuevas, debido al estado de conservación que presentan. Y también se van a desplazar de sitio las escaleras y accesos que en su día se habilitaron en el Conservatorio de Música. La solución que para ello han dado los técnicos “resuelve los condicionantes circulatorios y la accesibilidad a la totalidad de los recintos, permite liberar el zaguán es su totalidad, ahora mutilado con su inclusión en el ángulo derecho, así como las zonas nobles de plantas superiores y fundamentalmente permite recomponer en un solo núcleo las comunicaciones verticales ahora resueltas con hasta cuatro escaleras distintas que van a desaparecer fundiéndose en una sola”, como precisa el informe técnico.

Además de estas actuaciones principales y generales en todo el edificio, el resto de intervenciones consistirá en la sustitución de la solería existente, demoliciones de falsos techos, sustituciones de alféizares y eliminaciones de algunos elementos concretos que no necesita el futuro museo.

Sobre estos trabajos, conviene tener en cuenta que el Palacio de Recaño ya ha sido sometido a un proceso de intervención que ha consistido básicamente en la eliminación de las múltiples divisiones que tenían las antiguas aulas del Conservatorio así como en la retirada de todos los elementos de carpintería del interior del edificio (la carpintería exterior no se ha eliminado para no interferir en la lógica conservación del inmueble hasta que no se produzca esta próxima rehabilitación que se está licitando).

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