Si caminito del Falla

La comparsa de Fran Quintana y el primer pasacalles a plena luz del día

  • ‘El club de los ignorantes’ estrenan el Concurso en adultos convertidos en los sabios clientes de un bar clandestino de primera mitad del siglo XX

La comparsa de Fran Quintana protagoniza el primer pasacalles de día.

La comparsa de Fran Quintana protagoniza el primer pasacalles de día. / Julio González

Sitúense. Club clandestino de la primera mitad del siglo XX en Irlanda, por ejemplo, o en Norteamérica. Fuera de Cádiz, pero con todo el sabor a Cádiz, a punto de estrenar el esperadísimo concurso en un año donde nada parece lo que es. Carnaval en mayo, con la calor para enfundarse en el tipo, maquillarse y hasta para salir de la Peña de los Adoquines ya compuestos y caminito del teatro, a plena luz del día y rodeado hasta de bañistas de la Caleta.

Este es el ambiente de los clientes de este particular club clandestino, ‘El club de los ignorantes’, al que sus clientes acuden para jugar a las cartas, beber, fumar, para charlar y hasta para cantar y hacer Carnaval, claro que sí. Una especie de Cambalache gaditano, para entendernos, donde se juega con la idea de que “todo el mundo ahí fuera parece que entiende de todo, de Covid, concurso, Carnaval. Todos son sabios, menos nosotros, pero lo que no saben es que quizás la ignorancia esconda algo mucho mejor”, dice Fran Quintana, su flamante autor. La idea, añade, se aleja del sello de gaditanismo de años atrás, no aparece Cádiz en el ambiente, “pero sí en el pellizquito del pasodoble, en la letra, la composición musical” y en la temática de una comparsa muy “filosófica”, que ahonda en este trasfondo de un pueblo del que dicen que canta desde la ignorancia, “aunque la ignorancia encierre luego una gran sabiduría”, adelanta.

Quintana, semifinalista en el concurso pre-covid, llega con todas las ganas a este certamen tan raro. “Tengo muchas ganas, todas las acumuladas durante todo este tiempo”, afirma, “y aunque al principio me dio reparo estrenar el Concurso, luego hasta lo he preferido, pues vas a cantar aprovechando el foco de atención de este primer día tan especial, cantas y te vas a casa a seguir ensayando”, reconoce mientras mira y atiende cada petición de los suyos. Un grupo que es prácticamente el mismo del último concurso, “salvo algún cambio en la instrumentación por cuestiones laborales”.

Entre ellos, se reconocen varios personajes propios de este clase de bares clandestinos, “el que es un poco más mafioso, el agresivo, el más borrachín, el guaperas y el jefe de la banda”, desgrana de esta combinación ideada por Keko Trinidad de Cuattro. Tipos elegantes, con chaleco, sombrero, pajarita, corbata y hasta gabardinas.

Completa el efecto el maquillaje, que va por cuenta y arte propio, “las novias se han apañado bastante bien con un maquillaje preparado para esta época, un maquillaje que soporte las altas temperaturas de los focos del Falla”, desgrana poco antes de calentar voces con la presentación para deleite de todos los presentes en la peña de la calle Sagasta.

Explicado tipo y esencia de esta comparsa de sabios ignorantes, ya solo queda hablar de expectativas, que no son otras que “repetir el resultado de la última vez”, alcanzar la semifinal, como mínimo, “que no es poco en un Carnaval tan profesionalizado y donde la comparsa está alcanzando niveles extremos de calidad, mientras que nosotros somos unos simples aficionados”.

Y con esta enorme ilusión y una sonrisa de oreja a oreja, Fran Quintana secunda a los suyos en este pasacalles arropado por familiares y amigos y por todos los gaditanos ávidos de concurso. Un pasacalles a plena luz del día hacia el teatro, algo que no ocurría desde que había sesiones de tarde en el año 98. “Aunque lo gracioso es que también saldremos de cantar y estaremos a plena luz del día”, reflexiona poco antes de atravesar las puertas del club en su queridísimo Falla.

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