Carnaval de Cádiz 2023

Chirigota 'To me pasa a mí: los desgraciaítos'

Chirigota 'To me pasa a mí: los desgraciaítos'

Un cúmulo de desgracias para llegar a la Gran Final. Si empezaron en un ático y después se fueron a un bajo, en su última actuación acaban en la calle. La chirigota de Puerto Real deja sensaciones encontradas en su última actuación, en la que la idea, el tipo y la estructura siguen prevaleciendo sobre el fondo del repertorio, del que bebe y depende. Entre obras y el cartel de Barbadillo, las coplas en este pase no cuajan. En los pasodobles, solo estrenan el primero, que se lo dedican a Cádiz a partir de su propio pase a la final. Lo hacen frente a los que dicen que “es una letra perdida”, pero lo hacen para cantarle a una ciudad que “despierta toda mi pasión”. Por ello, y tras muchas noches de ensayo, lo que soñaban era tener este momento, por lo que en la final no hay desgracias “si son contigo”. Repiten como segunda letra su mejor pasodoble del Concurso, que es el cantado en preliminares a la salud mental. Una copla para gritar que tuvieron ansiedad y depresión, y dejar claro que “si yo puedo, tú puedes”. En los cuplés, se le ven las costuras a esta chirigota con dos flojas letras para lo que se espera en esta noche. El tipo vuelve a aparecer en el primero, en el que nombran todas las desgracias que para la gente sería “un día de mierda”, mientras que para ellos es “un día del carajo”. Bajan, incluso, con el segundo, en el que su hijo mezcla el inglés con el español al hablar, por lo que dicen que “es muy moderno, pero el inglés no lo ha aprobado en la vida”. Las desgracias se curarán con la alegría de la calle.

Semifinales

Chirigota 'To me pasa a mí: los desgraciaítos'

El ruinazo sigue muy presente para unos chirigoteros desgraciaítos. La chirigota de Puerto Real mantiene los mimbres que la sostienen en pie en semifinales, estando más vigente el envoltorio para atrapar al público que el propio repertorio. Una estrategia que vuelve a quedar clara desde la presentación, que solo la acaban tres componentes tras irse uno a uno al baño por un virus. Las letras de estreno, sin embargo, no tienen tanto efecto al no entrar el tipo en juego. Se la juegan en los pasodobles con el metacarnaval por dos caminos, aunque con el mismo objetivo. Abren la tanda con un homenaje a Selu García Cossío a través de un repaso a todas sus chirigotas, por lo que les sobran “los motivos para cantarte y darte las gracias”. En el segundo, reinciden al hablar de la exportación de la fiesta desde que Enrique Villegas y Paco Alba iniciaran este camino, por lo que se muestran orgullosos de que se haga universal al fijarse en ella los artistas y actuar la agrupaciones fuera de Cádiz. Por ello, ante la candidatura a ser Patrimonio de la Humanidad, piden que se abran las puertas para que “sea del mundo entero”. Dos cuplés normalitos en el momento álgido de la competición. En el primero, algo previsible, su hijo tiene una gran caraja, pero un amigo les dice que “el empajillado” es él porque no se ha enterado de que el niño no es suyo. En el segundo, a los calcetines de Pepe Pinreles, prefieren los de Echenique porque están nuevos.

Hasta aquí. Hasta aquí.

Hasta aquí.

Actuación en cuartos

Chirigota 'To me pasa a mí: los desgraciaítos'

El tipo: Desgraciados con muy mala suerte. Las coplas. Una nueva sucesión de desgracias para la chirigota de Fermín y Antoñito. La mala suerte comienza desde antes de la actuación, con Eduardo Bablé equivocándose al anunciar a la chirigota y un fallo con el telón al no subirse. A partir de esto, todo empieza a dar vueltas alrededor de este problema para dar un segundo pase que, aunque mejora un poco las sensaciones del estreno, al final gira en torno al efectismo de las coplas, lo que consigue una reacción rápida Del público, pero no deja poso en el repertorio. Ya en la presentación, aparecen pequeñas novedades con la mudanza a un bajo y el problema con la publicidad de Barbadillo. Entre parodias con sus desgracias, el primer pasodoble pasa un poco desapercibido al cantarle a la envidia, esa que pervierte los sentimientos y “da miedo”, por lo que “ojalá no estuviera entre la gente”. Más efectismo con el metacarnaval de la segunda copla a las críticas a los diferentes estilos de chirigota, por lo que defienden “la diversidad” para llenar de risa el teatro. Al menos, se enmienda un poco la cosa con el primer cuplé al salirse de la tónica de la actuación al imitar ellos a uno que salió en Got Talent pintando con la picha, pero su mujer les dice que ellos no pintan ni los zocalillos. Reaparece el efectismo, algo previsible, en el segundo a la decoración del bajo con muebles de Ikea, pero estos no se pueden ver al estar bajado el telón. Precisamente, lo único que les faltan son las cortinas. Al final, se cierra el círculo al levantarse el telón casi al final del popurrí.

Aceptable. Aceptable.

Aceptable.

Actuación en preliminares

Actuación en preliminares

El tipo. Desgraciados con muy mala suerte. Las coplas. Ganar el segundo premio y que a los pocos días te confinen es de ser un auténtico desgraciado. La chirigota puertorrealeña de Fermín y Antoñito aprovecha la estructura que le dio grandes resultados con ‘Los impacientes’ para trasladarla a su propia experiencia de 2020. El resultado es una chirigota que no se despega en nada en cuanto al concepto. Esto es una virtud en cuanto a efecto, agradecido por parte del público, pero es un debe en cuanto a la conformación del repertorio, que en muchos momentos depende del histrionismo. Esta senda parte de la presentación, en la que explotan el tipo al máximo, al sucederse los problemas desde la compra del ático, la cremallera que se rompe, el agua que cae del techo o las llaves que se rompen. Motivos para ser un desgraciaíto. Lo que más se diferencia del camino trazado es el pasodoble, ambos de temática seria. El primero, de mero trámite, reincide en el tema de los que decidieron no participar en el Concurso de mayo por culpa de la pandemia y otros motivos, lo que les sirve de desahogo ante las críticas. Mucho mejor el segundo a la lucha contra la ansiedad y la depresión, por lo que “si te preguntan como estás, no te calles”. No despuntan en los dos cuplés, ambos corrientitos. En el primero, aparece el metacarnaval con ‘La ciudad invisible’, que es así porque no ven las barberías. Gran bastinazo en el segundo al pedirle a su pareja que le meta un juguetito sexual, pero le mete los del niño para recoger el cuarto. El popurrí no termina de arrancar al vivir más de la actuación.

Aceptable. Aceptable.

Aceptable.

La previa

La última de las agrupaciones en inscribirse para el COAC 2023 fue la chirigota puertorrealeña de Fermín y Antoñito, que consiguió en 2020 el segundo premio con 'No aguantamos más... vamos de impacientes'. Tras no poder participar en la pasada primavera, en este 2023 vuelve con 'To me pasa a mí: los desgraciaítos'.

El nombre esconde poco de una idea que ya ha empezado a poner en práctica desde la inscripción. Un otro Carnaval fuera de las tablas en el que esta agrupación sabe manejarse, tal y como demostró con el movimiento en redes sociales que generó con 'Los impacientes' antes de cada actuación.

En esta ocasión, en la que tendrá la difícil misión del peso que supondrá la comparación con su última chirigota. Para ello, se suma Carlos Bastón como coautor de letra, en la que se mantienen Fermín Coto y Antonio Jesús Domínguez, con música de Sergio Guillén el Tomate.

Tras estrenarse en el COAC con 'Los chicos yo-yo', su segunda etapa ha sido mucho más productiva con 'Si yo dijera lo que pienso' y 'No aguantamos más... vamos de impacientes'.

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