-De campeón en la categoría reservada a los pilotos privados en el CEV a 'aprendiz' de mundialista. ¿Cómo está viviendo este primer año como piloto internacional?

-La verdad es que ha sido un año muy duro. Esperábamos contar con algunas ayudas que finalmente no llegaron. Esto nos ha limitado mucho a la hora de entrenar en pretemporada e incluso de visitar algunos circuitos en entrenamientos libres anteriores a las carreras. Hay pistas tan complicadas como Assen que conocí directamente en los entrenamientos del viernes.

-¿Y qué ha hecho para suplir esos entrenamientos con su Kawasaki ZX-10R?

-Me he centrado en recuperar por completo la pierna que me rompí el pasado año haciendo motocross, con muchas horas de fisio y mucho gimnasio. También he encontrado en el 'dirt track' una fórmula para seguir sintiéndome piloto.

-¿Cómo afronta la carrera del Circuito de Jerez?

-Esta es la cita más importante del año para mí. Corro en casa, rodeado de cuantos me han apoyado durante la temporada y cuento con el apoyo de la afición gaditana, a la que espero darle una alegría. Espero dar mucha guerra. Quiero que esta carrera sirva para rendir homenaje a aquellos que han creído en mí: a Lucio Pedercini, el propietario del equipo, que me ha tratado más como un familiar que como a un piloto bajo contrato. Por supuesto, al Circuito de Jerez por depositar su confianza en mí. Y finalmente a mi familia, que sufre mi afición acompañándome y alentándome en todo momento.

-¿Se moja con un posible resultado en Jerez después de estrenarse con un 12º puesto en los entrenamientos libres del viernes?

-Eso sí que no. Respeto mucho a mis competidores. Esta categoría es muy dura y la gente tiene mucha experiencia. Prometo esforzarme al máximo y dar mucho espectáculo, pero el resultado final depende de muchas cosas.