María Pérez: "Quiero que me recuerden por transmitir buenos valores"

Desde que regresó en septiembre de tierras japonesas, María Pérez no ha parado recibir reconocimientos gracias a sus éxitos deportivos. Unas pequeñas vacaciones sirvieron para desconectar, pero sus compromisos publicitarios y los numerosos premios otorgados desde que lograra el doble oro en Tokio, le dejan poco tiempo para hacer lo que más le gusta: disfrutar y sufrir en el asfalto. La atleta de Orce ha atendido a Granada Hoy tras ponerle su nombre al Complejo Deportivo Bola de Oro.

–Cómo lleva tantos actos sociales y premios recibidos. ¿Tiene tiempo para entrenar?

–Pues sí, ya estoy entrenando. Empecé el lunes a entrenar y tengo un poquito de agujetas, pero he vuelto a la actividad. Es más, es que lo necesito para poder desconectar, cargar las pilas y tener energía para los actos a los que me invitan.

–¿Siente el cariño de Granada y su provincia en el día a día?

–Voy a ser sincera. Es cierto que me para la gente por la calle, pero yo estoy encantada. Siempre daré las gracias y me haré una foto. No soy una persona que en eso me reprima o intente no hacerlo, al final gusta que reconozcan mi trabajo.

–¿Le ha cambiado en algo las medallas en París y en Tokio? ¿Le conocen más por la calle?

–Es cierto que me ha cambiado la vida. Tengo menos vida privada porque ya todo el mundo me conoce y sabe por dónde ando y por dónde no. Pero sigo siendo la misma María que le gusta ir al centro de la capital al Bar Provincias a comerse su tapita de pescado; soy la misma María que pasea por Granada y le encantan los helados de Los Italianos... No dejo de hacer cosas que hace una persona normal. Y creo que eso también es estar en esta sociedad y que te vean que eres normal y corriente.

“Los Ángeles serán mis últimos Juegos Olímpicos porque quiero ser madre“

–Con esos éxitos cerró un círculo. ¿Cómo prepara este nuevo ciclo olímpico?

–Ya lo he dicho anteriormente y está planteado que los Juegos de Los Ángeles, donde quiero llegar y estar, serían mis últimos Juegos Olímpicos. Cuando se celebren ya tendría 32 años y quiero ser mamá y no sé si podría mantenerme en la élite. Soy sincera y no creo que tenga que, en cierto modo, pedir perdón por querer ser madre. Es algo biológico que a las mujeres nos pasa. Además, sería cerrar un círculo acudiendo a tres Juegos Olímpicos.

–¿Ha merecido la pena tan esfuerzo y sacrificio a nivel personal?

–Personalmente, a mí sí que me ha merecido la pena, pero creo que la gente no es consciente de todo lo que hacemos y nos quitamos de nuestra vida personal para poder tener éxito. Mientras una persona de mi edad está acostándose tras una fiesta, yo me estoy levantando para hacer 30 kilómetros; cuando la gente se va de boda de amigos, no puedo ir porque tengo que seguir entrenando. O cuando hay algún familiar enfermo y estás fuera compitiendo, no puedo ir a verlo o, en su caso, despedirme. Invertimos mucho tiempo de nuestra vida personal y familiar, para luego no obtener, en ocasiones, resultados. Pero yo estoy orgullosa de haberlo hecho, y orgullosa de poder haberlo compartido con las personas más importantes de mi vida, como han sido mi familia, en general desde mis padres hasta mi bisabuela, y todo lo que forman esas raíces. Pero, sobre todo, por saber dónde está mi límite. No busco la fama por conseguir más éxitos, estoy aquí para saber dónde está mi límite y eso a veces es complicado encontrarlo.

–¿Qué opinión tiene de los constantes cambios en las distancias en su deporte?

–Depende cómo te lo cambien, parece una falta de respeto. Cuando en los Juegos Olímpicos lo cambiaron seis meses antes sí consideré que fue una falta de respeto. A ver si las nuevas decisiones tienen algo de coherencia. A mí me gusta la media maratón, porque al final las personas que venían de los 50 kilómetros tuvieron que reinventarse para participar en la prueba de 35 kilómetros, y ahora van a tener una distancia totalmente diferente. Pero considero que también es necesaria la tecnología y la ayuda a los jueces para hacer las pruebas más atractivas y que el espectador se enganche aún más. La decisión de ahora me gusta y ojalá sea la que se imponga para siempre. La única decisión que no me gusta es que el Comité Olímpico Internacional decidió quitar una prueba y solo tenemos una en los Juegos Olímpicos y no creo que vuelva a haber dos pruebas en la marcha. A mí, personalmente, me gustó mucho el maratón mixto. Fue muy atractivo.

–¿Tiene ya previsto su calendario para 2026?

–Estaré en el Campeonato de Europa de Birmingham seguro, y no sé lo que competiré antes, no está decidido aún. En principio, participaré en España en la Liga de Clubes y el Campeonato de España. Aún no he mirado mucho, pero alguna competición la intentaré hacer fuera de España también. He estado sin entrenar un mes y dos semanas, más o menos. Estaba más o menos previsto. Estuve en China y cuando he vuelto no me he puesto las pilas, pero también necesito entrenar y es necesario para la salud mental y volver con ganas para afrontar todos los eventos.

“No busco la fama por conseguir más éxitos, estoy aquí para saber dónde está mi límite“

–¿Qué es lo más bonito que le ha dado el atletismo?

–El atletismo me ha dado dos cosas muy bonitas en esta vida. Pero al margen de ver la cara de felicidad de muchísimas personas, de mi familia o ver a mi abuela con dos medallas olímpicas, ha habido dos eventos que me han llenado el corazón. Uno fue cuando mi colegio recibió el nombre de María Pérez. El pasado 15 de febrero la Junta de Andalucía me comunicó que se había aprobado y lo descubrí con mi familia, mi entrenador y mi bisabuela. Y el otro día más importante de mi vida deportiva y personal fue cuando me hicieron ser Reina Maga de la ciudad de Granada.

–¿Cómo quieren que la recuerden cuando se retire?

–Quiero que me recuerden por transmitir buenos valores.