La afición podrá ver de nuevo al Virgili

Poco tiempo ha tenido que transcurrir para que quedara demostrado que el Ayuntamiento de la capital gaditana, con el Instituto Municipal del Deporte (IMD) como brazo ejecutor, actuó con precipitación en el polémico asunto que le ha mantenido enfrentado durante las últimas semanas al Cádiz CF Virgili, club de la capital gaditana cuyo conjunto senior milita en la Tercera División de fútbol sala.

Cabe recordar que tras el incidente ocurrido frente a La Palma, cuando el encendido de dos bengalas provocó que se tuviera que suspender momentáneamente el choque para desalojar el pabellón, el órgano correspondiente de la Real Federación Andaluza de Fútbol impuso una sanción al club consistente en una multa. Todo apunta a que ese castigo pareció excesivamente leve a los responsables municipales del deporte gaditano, lo cual originó la apertura de un expediente sobre el caso, con el añadido de que se anunció la toma de una medida cautelar mientras no se produjera el cierre del mismo, consistente la misma en que el Cádiz Virgili disputase todos sus compromisos caseros a puerta cerrada, sin presencia de público. El asunto pudo ir más allá porque al parecer tuvo que intervenir el mismísimo alcalde para suavizar la idea inicial del IMD de que no pudiera jugar en Cádiz hasta el cierre del referido expediente.

La indignación de los integrantes del club, desde el presidente hasta los aficionados pasando por los miembros de la plantilla y el cuerpo técnico, no pudo impedir que el choque frente al Recreativo onubense se disputase en familia, con la grada del pabellón Centro Histórico vacía.

Ayer, sin embargo, empezó a normalizarse la situación. Pablo Isorna, presidente del club panadero, entregó por la mañana a Juan Carlos Sánchez, secretario del IMD e instructor del expediente, una propuesta para la suspensión de la medida cautelar. Poco después, Isorna hizo lo propio con Eduardo Palomo, gerente del IMD, con la intención de agilizar el arreglo del evidente entuerto. Y vaya si funcionó el plan porque a mediodía recibió un e-mail de María Romay, concejala de Deportes y vicepresidenta del IMD, en el que le comunicaba el levantamiento de la medida cautelar y se instaba al club a aplicar las mismas medidas de seguridad que puso en práctica el 30 de enero frente al Pozoblanco, choque que sí se jugó con público y sin problemas después del incidente de las bengalas. Por cierto, el propio Ayuntamiento se ha ofrecido a colaborar en las medidas de seguridad.

En vista de que el próximo sábado se jugará en el Centro Histórico el derbi provincial con el Alchoyano de Alcalá de los Gazules, desde las 20:00 horas, Isorna tenía previsto reunirse anoche con Brigadas Amarillas para que también tomen dentro de su colectivo las medidas de seguridad oportunas.