El Tenerife logró un laborioso triunfo ante un Celta de Vigo, por 3-2, que le permite acercarse a los puestos altos de la clasificación.

Ya desde los instantes iniciales se vislumbró lo que se le venía arriba al cuadro gallego puesto que en el minuto diez, y casi que en la primera aproximación local con cierto peligro consiguió su primer tanto por mediación de Manolo Martínez, que cabeceó a la red un balón que Roberto Lago despejó en corto, un tanto que afianzó aún más el solvente juego local.

Pero cinco minutos más tarde Perera se deshace de Héctor, supera la salida del meta y dispara a puerta vacía, y el propio Héctor en su intento de despejar sobre la misma raya de gol introdujo el balón en su marco. A partir de ahí el Tenerife fue superior.