Se juega la vida y lo primero es ganar al Linares Deportivo este sábado, 25 de mayo, a las siete de la tarde. El San Fernando CD hará frente ese día a un partido histórico que tiene dos vertientes claras. La primera, el mantener, contra todo pronóstico, la categoría, seguir un año más en la Primera Federación cuando todo, prácticamente todo, estaba en contra. La segunda, el dar con los huesos en una categoría ya casi olvidada, la Segunda Federación, que traducido resulta la antigua Tercera División, situación que no se le pasa a nadie por la cabeza.

Por ello, el partido ante el Linares Deportivo es, en un principio, lo más importante de la cita. El doblegar al equipo jiennense es fundamental. Luego, desgraciadamente para el cuadro azulino, tendrá que mirar lo que haga el Atlético Sanluqueño en casa del flamante equipo campeón del grupo, el Castellón, que ya está ascendido a Segunda. Todo ello, porque se depende de lo que haga el rival para poder convertir el 'milagro'.

Pero para que esto ocurra, el primer paso que ha dado el equipo isleño es el de no estar solo en el empeño. Nada más terminar el partido ante el cuadro sanluqueño, se puso en funcionamiento la maquinaria para que el estadio azulino fuera la olla a presión que se necesita para que, una vez cumplido el objetivo, todo sea una fiesta.

Para ello, la directiva isleña dispuso, a principios de semana entradas más que asequibles para poder asistir al partido, en concreto puso un precio de 5 euros la Tribuna y 1 euro la General y los Fondos. En prácticamente dos horas, los aficionados azulinos terminaron con el papel en Tribuna, mientras que, durante la semana, se han ido adquiriendo entradas para el resto de localidades.

Pues bien, el pasado miércoles ya no quedaban entrada de General, conocido anteriormente como Preferencia, y a día de hoy quedan pocas localidades del Fondo marcador, donde si pueden estar los aficionados azulinos ya que el fondo contrario, está reservado para los aficionados visitantes y solamente algunas zonas pueden ser ocupadas por seguidores del equipo local.

Traducido resulta que el Iberoamericano será, a partir de las siete de la tarde del sábado, una auténtica olla a presión para apoyar a un equipo más necesitado que nunca del calor de las gradas. Es bien cierto que la masa social del equipo isleño ha planteado el partido como si de un ascenso de categoría se tratara y que desde que terminó el partido ante el Sanluqueño, el partido ha levantado una enorme expectación en la ciudad. Por lo tanto serán unas 7.000 almas las que vistan de azul y blanco el Iberoamericano de Bahía Sur.

En el seno del equipo azulino solamente se piensa en el partido ante el Linares Deportivo. Tanto los jugadores, como el cuerpo técnico y la directiva saben que lo primero, lo primordial, lo esencial, es conseguir vencer al equipo que directamente ha estado involucrado en los finales de temporada de varios años, que está ya sin opciones de salvarse y que no le pondrá las cosas fáciles a los de Nano Rivas, que sigue metiendo a sus pupilos en una burbuja con el fin de aislarlos de todo lo que rodea al partido.

Y después, se estará pendiente de lo que haga el Castellón ante el Sanluqueño. Los isleños confían en el equipo que ha ofrecido el mejor juego durante la campaña y que ha conseguido a falta de varias jornadas, el ascenso a Segunda A. Es la despedida de la Primera Federación ante su afición y se espera que el homenaje se convierta en victoria ante un equipo verdiblanco al que solamente le hace falta un punto para mantener la categoría.

La resolución puede convertirse en una increíble fiesta o en una auténtica tragedia. Todo se sabrá a las nueve de la noche del sábado