La temporada ha comenzado de manera acelerada para el Cádiz. Los partidos se suceden miércoles y domingo sin solución de continuidad y hasta ahora los resultados han sido positivos. Tres victorias en tres encuentros, dos en Copa y uno en Liga. El torneo del k.o. está siendo útil porque ofrece a Risto Vidakovic la posibilidad de dar minutos a todos los componentes de la plantilla y porque ha generado un torrente de ilusión ante la posibilidad de encontrar a uno de los grandes de Primera División en una próxima eliminatoria si el equipo es capaz de dejar en la cuneta al Polideportivo Ejido. Pero esa es una batalla en tregua hasta el miércoles.

No conviene olvidar que lo que de verdad importa es la Liga, la del duro y empedrado camino por una Segunda B que toda la familia cadista quiere abandonar lo antes posible. Para lograr el ansiado objetivo es fundamental que la orquesta de Vidakovic esté bien afinada en los desplazamientos. El de hoy es el primero de los diecinueve viajes en un estreno que presenta una doble cara. La positiva es que se trata de un trayecto corto que no genera cansancio (ya llegarán las interminables horas de autobús a Almería y Murcia) y la negativa es el calor que se espera en Sevilla en un duelo matutino a pleno sol y con una previsión de altas temperaturas, con 37 grados de máxima.

En la Ciudad Deportiva del Sevilla aguarda el recién ascendido el Alcalá la llegada de los amarillos, que seguramente sentirán el aliento de numerosos seguidores que acompañarán a su equipo. El cuadro local tiene su estadio en obras y ha elegido las instalaciones sevillistas para recibir a uno de los cocos de la categoría.

Hoy se ven las caras dos conjuntos que han tenido un arranque desigual. El Cádiz, aunque con sufrimiento, firmó su primer triunfo ante el Jaén, mientras los alcalaínos cayeron con estrépito en Roquetas (4-2). Como no puede ser de otra manera, los gaditanos acuden con la firme intención de acabar la jornada con seis puntos en la zona noble de la clasificación. El técnico del conjunto amarillo ha repetido la primera convocatoria de la Liga y es más que probable que apueste por el mismo once inicial que saltó al césped del Carranza el pasado domingo. Sólo la brillante actuación de Aarón Bueno frente al Hospitalet en la cita copera puede hacer dudar a Risto Vidakovic a la hora de confeccionar la alineación. Si el míster optara por ese cambio, el sacrificado podría ser Dieguito e incluso Fran Cortés.

Dani Miguélez guardará la portería cadista un domingo más, y en defensa estarán los cuatro únicos que han entrado en la lista: Dani Cifuentes, Baquero, Álvaro Silva y Diego Reyes. Álvaro Jurado tomará las riendas del centro del campo por delante de la zaga con Carlos Caballero más adelantado. Velasco se ocupará de la banda derecha y Dieguito o Aarón Bueno entrarán por la izquierda. Salvo sorpresas, Fran Cortés será el enlace con Enrique, que en principio será el jugador más adelantado aunque después intercambie posiciones con Velasco.

Al igual que en el estreno liguero, en el banquillo no se sentará ningún defensa. Raúl López es baja por lesión y Jose Serrano está en fase de integración tras su reciente incorporación a la plantilla. Ni Germán ni Rubén Díaz, la pareja de centrales contra el Hospitalet, han contado para el duelo de hoy. Álvaro Campos, Moke, López Silva y Pachón completan la convocatoria a la espera de una oportunidad. El extremo y el delantero todavía están lejos de alcanzar su mejor forma, aunque podrían tener minutos en la segunda parte si fuera necesaria su presencia sobre el césped.

La de hoy es una buena piedra de toque para medir la temperatura del Cádiz a domicilio. Vidakovic será fiel a su estilo que apuesta por el toque y el fútbol ofensivo. La parcela defensiva, la que más dolores de cabeza ha dado al cuerpo técnico durante la pretemporada y el inicio del curso, pasa hoy el primer examen serio en campo ajeno. De su rendimiento depende hoy en buena parte las posibilidades cadistas en su primer duelo lejos de casa.