El tenista español Rafael Nadal se clasificó para los octavos de final del Abierto de Estados Unidos, cuarto y último Grand Slam de la temporada, tras imponerse al serbio Victor Troicki por 6-4, 6-3 y 6-0, en un partido de algo menos de dos horas en donde el manacorí no tuvo grandes complicaciones.

El insular dejó bien claro por qué es el número uno del mundo y la tercera manga lo puede refrendar. Con golpes ganadores de un gran nivel -hasta 24 en todo el choque- Nadal se impuso sin problemas demostrando que cuenta con números de jugador experto en pista rápida.

El balear, poco a poco, fue entonándose y en el último juego rompió el servicio de su oponente balcánico para llevarse el primer set. Bien es cierto que podría haber caído del otro lado, pero los números uno siempre deciden en los momentos claves.

Con dos roturas en el segundo asalto el set se convirtió en un paseo para Nadal, que ya en el tercero se encontró a un rendido Troicki, incapaz de reaccionar y dar algo de guerra al español, que avanza con paso firme y decidido a los octavos de final, donde se medirá al estadounidense Sam Querrey.

Los españoles Tommy Robredo y Fernando Verdasco solventaron con éxito sus compromisos accediendo así a la siguiente eliminatoria, donde no estarán Guillermo García-López y Carlos Moyá, que cayeron derrotados.

De este modo, Robredo se deshizo con menos dificultades de las esperadas del siempre complicado Marat Safin, que sólo fue capaz de arañar un set al de Hostalrich.

En cambio, Verdasco, pasó muchas complicaciones para superar al portugués Rui Machado, venido de la previa, al que batió por 6-7, 7-6, 6-4, 6-7 y 6-0, tras más de cuatro horas de partido.

No tuvieron la misma suerte Moyá y García-López. El mallorquín se encontró con la solidez de Jo-Wilfried Tsonga. Sin embargo, Moyá salió más mentalizado al encuentro y logró ponerse con 6-4 por delante en la primera manga. Tan sólo fue un espejismo, pues Tsonga comenzó a sentir mejores sensaciones con su saque y los puntos a su favor no tardaron en llegar. Por su parte, Guillermo García-López no aprovechó las bondades de un rival como Seppi y cayó derrotado.