El Real Madrid afronta el cuarto partido del play off de cuartos de final de la Euroliga y su segundo match ball de la serie, ya que las dos derrotas encajadas en el Pabellón de la Paz y la Amistad ante Olympiacos le dejaron sin margen de error.

Los de Joan Plaza, espoleados por su público que no falló en Vistalegre, mostraron el martes su mejor cara, sobre todo en la primera parte, lo que, sumado a una más que discreta salida de los griegos les permitió encarrilar el encuentro.

Hoy, y sean cuales sean los medios, el fin debe ser el triunfo, lo único que sirve para que la eliminatoria tenga un nuevo acto la próxima semana en tierras griegas.

Una vez más y con apenas 48 horas de descanso el cansancio será el otro gran rival, aunque esta vez debería afectar a ambos por igual. Y es que mientras que el fin de semana el Madrid tuvo que viajar, y perder, en Gran Canaria, Olympiacos descansó en la competición doméstica que lidera.

Ahora los dos llegan tras un duelo de desgaste y con el Real Madrid listo para mantener su buena marcha en casa, donde sólo han perdido ante CSKA de Moscú y Cajasol, aunque con la necesidad de lograr mayor aportación de sus jugadores de banquillo, faceta en la que los griegos arrasan en lo que va de serie (140 por 59 puntos).

Plaza no podrá recuperar a Pepe Sánchez, que ya el martes no jugó por una lesión en el tobillo, por lo que pierde un hombre para las rotaciones.