El Tau pone en juego la ocasión de certificar el billete para Berlín en el cuarto duelo de la serie ante el Regal Barcelona y con el calor de su afición como testigo, que ansía ver al equipo por quinto año consecutivo en una Final a Cuatro.

Es un partido a todo o nada para el Regal Barcelona, que sabe que no puede fallar y dejar pasar de largo otra ocasión de situarse entre la jerarquía europea del baloncesto. Los de Xavi Pascual tienen que ganar para forzar un quinto partido que disputarían al calor de su hinchada en el Palau.

Este partido de extremos llega marcado por el estado físico de Juan Carlos Navarro, ausente el martes y que apurará al máximo sus posibilidades de ayudar al equipo, a pesar de la elongación que sufre en el muslo y que le convierte en duda hasta el final.

"Estamos preparados para jugar sin Juan Carlos, aunque si puede ayudarnos algunos minutos, lo agradeceremos mucho", ha reconocido Fran Vázquez.

El Tau tiene también tocado a Ilievski que no pudo aportar más que dos minutos de relevo a Prigioni el martes. "Espero que pueda ayudarnos un poco más", deseó ayer Ivanovic. El pívot Barac será baja un partido más.

El cuarto de la serie será de nuevo un duelo que el Regal Barcelona intentará desequilibrar debajo de los aros con la pelea entre Santiago y Splitter, esperando que hombres como Vázquez, Andersen y, sobre todo Ilyasova, que terminó con un -10 de valoración, tengan un día más inspirado.

Los hombres de Ivanovic tienen la esperanza de cuajar un mejor partido que el martes y, con el trabajo defensivo como pilar fundamental, encontrar la regularidad de peones como Rakocevic o Teletovic, desde el perímetro, y el trabajo que McDonald pueda aportar junto a Mickeal y Splitter.

"Sólo pensamos en los cuarenta minutos de mañana, sin pensar que pueda haber nada más detrás de eso", concretó.

El Regal Barça vive pendiente del estado físico de su estrella, Juan Carlos Navarro, ante el gran reto en el Buesa Arena. Navarro, a pesar de que Ivanovic no se le creyó en ningún momento, no pudo jugar en el tercer partido. A pesar de todos los intentos, el jugador, el médico y el técnico del Barça evaluaron la situación y decidieron que Navarro no podía jugar ante el evidente riesgo que supondría. Es más, y a pesar de la trascendencia del encuentro, el jugador se mantendrá en duda hasta última hora.

Sin Navarro, el potencial del Barça es otro. Se comprobó durante el tercer partido, donde el equipo de Pascual perdió y ofreció un mal baloncesto.