Fútbol l Tercera División

Dolorosas tablas del Sanluqueño

at. sanluqueño: Moisés, Chico Benítez, Javi Domínguez, Dani, Chiqui, Manolo (Antoñito, 86'), Abel (Lebrón, 80'), Paco Noguera (Montaño, 69'), Juanmi, Benítez y Álex Expósito. coria: Juan, Garrido, Gonzalo, Quintero, Mario, Israel, Dani Albacete (Melquiades, 55'), Chico, Herrera, Rubén y Nordín. Árbitro: González Cantador (cordobés). Amonestó a los locales Moisés, Chiqui, Paco Noguera y Álex Expósito. Por parte visitante vieron la amarilla Juan y Dani Albacete y fue expulsado por doble amonestación Herrera (69'). Goles: 1-0 (7') Manolo. 1-1 (12') Quintero. 2-1 (31') Álex Expósito. 2-2 (32') Herrera. 3-2 (45') Abel. 3-3 (86') Quintero. Incidencias: Unas 600 personas en El Palmar.

El Atlético Sanluqueño tampoco pudo ganar en la tarde de ayer en un partido en el que iba por delante en el minuto 85. Enfrente estaba un equipo peligroso como el Coria, que terminó empatando a cuatro minutos del final y eso acabó con la paciencia de la grada de El Palmar, que pidió la dimisión de José Antonio Neva tras una sonora bronca. El técnico, tras el encuentro, puso su cargo a disposición del club y en las próximas horas se conocerá la decisión de la directiva.

Se puede decir que el resultado fue justo, aunque fueron los locales los que siempre mandaron en el marcador, siendo los sevillanos los que buscaban el empate. Fue un partido distraído, con muchos goles, en el que ni siquiera el mal estado del terreno de juego impidió que las oportunidades fueran abundantes en las dos porterías.

El Sanluqueño llevaba la iniciativa, pero los sevillanos asustaban a la contra. La alegría del 2-1 duraría poco porque el gol de vaselina de Expósito estuvo seguido por otro de Herrera, que dejaba todo igual. Era un partido abierto con dos equipos lanzados al ataque. Abel ponía el 3-2 justo antes del descanso y eso daba una tregua.

Los aficionados locales esperaban que la superioridad numérica y el estado del campo dejaría el triunfo en El Palmar, pero a falta de cuatro minutos empataría Quintero. Entonces el público explotó.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios