Se cumplieron los pronósticos: Thomas Bach es el nuevo presidente del Comité Olímpico Internacional.

"Quiero liderar al COI según mi lema de unidad en la diversidad, quiero ser el presidente de todos. Por eso escucharé y estaré en diálogo permanente con todos ustedes", agradeció el alemán, de 59 años, tras saberse elegido.

El ganador se impuso en la segunda ronda de votaciones con 49 votos, frente a los 29 del puertorriqueño Richard Carrión, seis del singapurense Ser Miang Ng, cinco del suizo Denis Oswald y cuatro del ucraniano Sergey Bubka. El taiwanés Ching Kuo Wu quedó eliminado en primera ronda. El belga Jacques Rogge fue el encargado de anunciar el nombre de su sucesor tras 12 años en el cargo.

La votación discurrió veloz y sin problemas. No hubo margen para que su principal rival, Carrión, recogiera los votos de los candidatos eliminados y lograra ser el primer latinoamericano al frente del COI.

Oro en esgrima (florete) en los Juegos de Montreal 1976, Bach, miembro del COI desde 1991, y del que hasta ayer era vicepresidente, representa la continuidad y estabilidad. El campeón olímpico dedicó media vida a prepararse para el puesto. Como buen abogado, no dejó nada al azar. En las últimas semanas viajó por China, España, Suiza, Rusia y Argentina, entre otros países, para seguir haciendo campaña.

Algunos le echaron en cara que su candidatura estuviera impulsada por el poderoso y controvertido jeque kuwaití Ahmed Al-Sabah, también miembro del COI.

El máximo organismo del deporte olímpico cuenta con 103 miembros, de los que votaron 93. Por primera vez en la historia, los aspirantes tuvieron la oportunidad de dar un discurso propio de campaña electoral. Fue el 4 de julio en Lausana, cuando todos expusieron su visión sobre el futuro del COI.