¿A quién va a creer usted a mí o a sus propios ojos?

Así parece decir Antonio Sanz cuando nos cuenta lo maravilloso que va a ir todo gracias a la creación de la Zona Franca de Sevilla. ¿Cómo no se nos había ocurrido antes? Qué tontos somos. Menos mal que tenemos a Antonio Sanz y al PP que nos van a crear la competencia a 100 kilómetros lo que va a suponer una riada de millones y de puestos de trabajo. "La cifra de negocios de la Zona Franca va a pasar de 350 millones a 1.500 millones en 4 años" dice Sanz. Genial. Gracias Zoido, Gracias Montoro, gracias Sanz. Qué buenos son los peperos que nos llevan de excursión. Gracias a la aprobación de la Zona Franca de Sevilla vamos a acabar con el paro en Cádiz. De manera especial el intrépido Jorge Ramos y su bigotillo franquista al que ni le ocupa ni le preocupa la Zona Franca de Sevilla. Así me gusta. Es algo distinto y distante, que dijo Calvo Sotelo. Con un par. Va a multiplicar por cuatro sus metros cuadrados. Todo es un futuro de color de rosa donde ataremos los perros con longaniza, todos tendremos chalets en Sotogrande y los que no quepan, en Vistahermosa. Todos los gaditanos tendremos amarrados un yate de amplia eslora (signique eslora lo que signifique) en Puerto Sherry, todos tendremos cuentas opacas en Gibraltar, todos iremos de vacaciones a las Maldivas en veano y a Saint Moritz en invierno, fumaremos cohiba, beberemos malta, vestiremos de Prada, tendremos BMW y así. Todo gracias a la magnanimidad del PP y a la inteligencia de sus líderes. Años de postración hasta que Sanz y el PP encontraron el camino a la Tierra Prometida donde mana leche y miel. Gracias, gracias.