Un despilfarro en La Isla

España es el país de los aeropuertos sin aviones y las líneas de alta velocidad que pasean chapa. Durante años ha sido una borrachera de dinero público para auténticas tonterías donde nadie puede sacar pecho porque lo mismo han hecho ciudades de la cultura , palacios e infraestructuras innecesarias el PP como el PSOE, todo ello financiado con dinero público. No hace falta ir a Castellón o Ciudad Real. Carlos Díaz y Vera Borja pusieron en marcha el Museo del Mar, luego llamado Museo del Ná, en el Baluarte de Candelaria y 22 años después sigue sin tener un uso claro. Se hizo una exposición sobre las almadrabas para su inauguración, el Mayeto hizo atún encebollao para el acto y hasta hoy. Lo mismo puede decirse de la Ciudad del Mar en la Punta de San Felipe, completamente abandonada y en franco deterioro. Cada una costó 500 millones de euros de hace 25 años en lo que se llamó el Plan Andalucía 92, promovido por Rodríguez de la Borbolla, ese presidente tan contento de haberse conocido. Para compensar el río de dinero que iba a Sevilla con la Expo se repartieron unas migajas por ahí y a Cádiz le tocó algún dinero que el Equipo de Gobierno del PSOE dilapidó sin sentido. Como nadie escarmienta en cabeza ajena en San Fernando no iban a ser menos y pusieron un edificio con el rimbombante nombre de Parque de la Hisotira y el Mar, que costó 10 millones de euros. Un acuario lo llama Pedro Espinosa en El País, que es lo que quería hacer Carlos Díaz en la Ciudad del Mar a semejanza del Aquopolis de Brest. Ahora en La Isla no saben qué hacer con el edificio, monumento a la frivolidad de nuestros políticos y al mal uso del dinero público.