Reyes Magos
Más sobre Moreno Bonilla
En realidad Moreno Bonilla y Susana Díaz son almas gemelas. Ninguno de los dos ha trabajado en su vida. Se han dedicado de manera fructífera a conspirar en su partido.La sobrevalorada Lourdes Lucio sobre el curriculum de Moreno Bonilla: Polémica por la biografía del candidato El día que trascendió el nombre de Juan Manuel Moreno Bonilla como el elegido por Mariano Rajoy para presidir el PP andaluz, desde el partido en Málaga, su provincia de origen, se facilitaron hasta tres biografías del candidato. En la primera, a las 11.39 del miércoles, en el apartado de formación se decía que tenía un máster en Dirección y Administración de Empresas por EADE, un centro privado de Málaga, y un programa para el Liderazgo en la Administración Publica, por IESE, una escuela de negocios. A las 12.11 horas, su trayectoria académica incluida la de licenciado en Protocolo y Organización de Eventos por la Universidad Camilo José Cela, el máster en dirección, un máster en liderazgo y un máster de Oro del Real Fórum de la Alta Dirección. A las 12.16 enviaron otro en el que se mantienen estos datos, pero del que se elimina un párrafo incluido en el anterior donde se cuela una valoración positiva sobre los discursos de Susana Díaz. “Están jalonados de numerosas referencias sociales. Susana Díaz, de 40 años [tiene 39], ha basado su actuación política en un discurso equilibrado, social y cercano”, dice. El periódico digital eldiario.es de Andalucía comparaba el jueves pasado las distintas biografías de Moreno Bonilla en el Congreso de los Diputados, donde en 2000 figura como licenciado en Dirección y Administración de Empresas (ADE), en 2004 pasa de licenciado a tener estudios en la misma materia y en 2008 figura como máster en ADE y un Programa para el Liderazgo. También figura como director comercial. Ese mismo jueves, Moreno Bonilla modificó su currículum de secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad que figura en la web del Ministerio de Sanidad. Fuentes del candidato atribuyen tanta biografía de ida y vuelta a un “error” y a que no se actualizó convenientemente la información. Después de tantas variaciones en su información académica, que desató una intensa polémica en las redes sociales, el currículo definitivo sin adornos del futuro presidente del PP queda como sigue: es grado (licenciado) en Protocolo y Organización de Eventos por la Universidad Camilo José Cela, que obtuvo en julio de 2012. Es máster en Dirección y Administración de Empresa por EADE. Así se llama el curso aunque no es un título oficial universitario. Tiene un Programa de Liderazgo para la Gestión Pública y un “reconocimiento” del Máster de Oro del Real Fórum de Alta Dirección, un premio privado. Moreno Bonilla se ha dedicado toda su vida a la política. Su trayectoria es muy similar a la de Susana Díaz. Su carrera profesional la ha hecho siempre en su partido, donde ha sido concejales, parlamentario andaluz, diputado al Congreso y presidente provincial, regional y nacional de Nuevas Generaciones del Partido Popular. Y la siempre interesante Lucía Méndez sobre el proceso para seleccionar al candidato del PP: RAJOY, COSPEDAL. EL DESENCUENTRO. En la tarde del 19 de diciembre de 2011, dos días antes de que Mariano Rajoy comunicara al Rey la composición de su Gobierno, María Dolores de Cospedal llamó por teléfono a doce personas y a todas ellas les dijo lo mismo. «¿Estás dispuesto a formar parte del Gobierno de España?». Todos respondieron afirmativamente. «Recuerda que esta llamada no ha existido», advirtió antes de colgar. Así fue como el presidente le confió a su secretaria general el papel de heraldo de buenas noticias. El martes 11 de febrero de 2014, minutos antes de partir hacia Turquía, Rajoy le encargó a Cospedal comunicarle a Juan Manuel Moreno que tenía su nihil obstat para ser líder del PP andaluz. Esta vez ella declinó el papel de heraldo y se lo endosó a Carlos Floriano. No estaba para bromas. Dos años y dos meses han transcurrido entre ambas escenas. El ejercicio del poder ha quebrado la confianza del presidente en su secretaria general. Rajoy no conocía mucho a Cospedal cuando la nombró en 2008. Pero cada día le fue gustando más aquella mujer. Le complacía su fuerza, su carácter, su empuje. A él -pausado, ordenado y sin estridencias- le gustan las mujeres así. Con garra y personalidad. El nervio de María Dolores le sirvió para seguir siendo secretaria general, a pesar de que la mayoría del PP creía que era un cargo incompatible con el de presidenta de Castilla-La Mancha. Una vez logrado su propósito, arrolló a sus adversarios en el Congreso de Sevilla, de donde salió espléndida, con el partido en sus manos. El hombre del líder era Zoido, y por eso se enfado cuando éste decidió tirar la toalla
Todo comenzó a torcerse para ella con la aparición de Bárcenas y los sobresueldos. Desde el minuto uno decidió coger el toro por los cuernos proclamando que ella estaba limpia y presumiendo de haber cortado con esas prácticas cuando llegó a Génova. No calculó que Rajoy estaba allí antes y que al intentar su salvación personal ponía el foco en su jefe. Fuentes del PP creen que su declaración ante Ruz, en la que señaló a Rajoy como el responsable del acuerdo con Bárcenas para pagarle un sueldo de escándalo, marcó un antes y un después en la mirada del presidente hacia la secretaria general. 'Golpe de autoridad' La mirada del presidente no es cualquier cosa. Es la clave para sobrevivir en el PP y aspirar a un puesto importante. Juan Manuel Moreno lo sabe bien porque se crió con Aznar. El nuevo capítulo del folletín Cospedal versus Arenas es el lado más vistoso de la crisis andaluza porque supone la primera victoria de él desde su dramática despedida de la política andaluza. Pero la verdadera lectura es otra. Juan Manuel Moreno no era el candidato de Arenas, ni de Santamaría, ni de Moragas. Era el candidato de Rajoy. La persona que quería poner al frente del PP andaluz. Así lo afirman las fuentes consultadas que interpretan la decisión de Rajoy como «un golpe de autoridad» frente a las disputas internas. El proceso ha llevado la marca de la casa. Los interlocutores de este diario aseguran que el presidente «no ha hablado del tema con nadie ni ha hecho ninguna consulta sobre Andalucía». Él presume de conocer muy bien el PP andaluz. Su hombre era Zoido y por eso se enfadó cuando el alcalde de Sevilla tiró la toalla. Rajoy esperó hasta el último momento que reconsiderara su decisión. Esto es lo que explica la inacción del presidente durante los largos e intensos meses en los que Cospedal intentó llenar el vacío presentándole en bandeja un candidato pactado con los presidentes provinciales. Hasta dos veces avisó el líder a su secretaria general de que se estuviera quieta. Lo hizo a su modo y Cospedal no supo leer las señales. Rajoy no avisa con claridad de que toma nota. Pero la toma. Y llegado el momento -aunque sea tarde- actúa. Eso es lo que ha hecho esta semana. «Lo que ha pasado es que la secretaria general ha querido resolver el asunto en clave de su poder territorial aprovechando que el presidente está centrado en la gestión económica y Rajoy ha dicho hasta aquí hemos llegado. Esta decisión es mía, yo tengo mi candidato y es éste». La elección del cabeza de cartel en Andalucía tenía mucha trascendencia para Rajoy. Es la organización territorial más numerosa desde hace ocho años. Los más veteranos se extrañan de que Cospedal desconozca la personalidad de Rajoy hasta el punto de creer que podría elegir ella al presidente del PP andaluz. Y añaden que el puñetazo en la mesa va dirigido a ella, y también a Arenas. «El presidente se cansa de los líos internos, es poco expresivo pero da muestras de estar harto de escaramuzas que considera infantiles». Admitiendo que el episodio ha sido desastroso por las heridas internas que deja, los próximos a Rajoy interpretan que éste ha querido retomar el control del partido. Esto, añaden, no iba de equilibrios internos. «En el PP es totalmente secundario que los dirigentes provinciales acuerden un candidato. Este es un partido presidencialista hasta el tuétano, lo aprendimos con Aznar. Basta que el presidente diga cuál es su candidato para que todo el mundo se ponga detrás de él». Hay una última circunstancia que algunos olvidan cegados por las disputas. «Rajoy es el político español menos influenciable, pretender imponerle una decisión como ha hecho Cospedal es una garantía de fracaso». El PP ha tomado nota. Rajoy es independiente de todos y de todo. También de Cospedal. Rajoy, según él mismo ha trasladado en los últimos días, no quiso mortificar a la secretaria general. Sólo recordarle que en el PP manda él y que el poder del número dos es sólo delegado
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