INTRUSISMO

15 de mayo 2010 - 09:31

Ayer por la noche, en medio de un impresionante temporal, se desarrolló la charla de Juan Luis Cebrián en el Baluarte de Candelaria, dentro del ciclo Presencias Literarias de la UCA. Llamó la atención, en primer lugar, la escasa presencia de periodistas: si se descuenta los que estaban por motivos laborales, dos. Dos periodistas para escuchar al más reconocido periodistas español. Curioso. Presentó el acto una mujer cuyo nombre desconozco pero de un asombroso parecido con la consejera de salud, María Jesús Montero. Hizo de entrevistadora-intrusa la propia organizadora del acto, que se regaló a sí misma un momento de gloria: Marieta Cantos Cazenave, a su vez vicerrectora de extensión universitaria. Leyó con escaso interés una serie de preguntas formuladas a Cebrián y escritas, parecía, por algún empleado de la UCA. Incluso confundió el título del libro que llevaba allí a Cebrián "El pianista en el burdel" con "El periodista en el burdel". En qué estaría yo pensando. A pesar de la insignificancia de la presentadora , Cebrián estuvo interesante y ameno, aguno como es él, culto y con momentos divertidos. Muy recomendable, como el propio libro que va en el camino de otros del autor sobre la misma materia. Las reflexiones de Cebrián saltaron por encima de la presentadora-organizadora-intrusa y deberían hacer reflexionar a los compañeros que no fueron. Habló Cebrián sobre los retos que le plantean al periodismo las nuevas teconologías, el cambio del papel de la intimidad y la privacidad tras la irrupción de las redes sociales y los programas de eso que se llama "el corazón". Tuvo tiempo de desgranar su opinión sobre Garzón (rechazó el procesamiento del magistrado) y de Zapatero("su futuro depende de él mismo"). Hora y media muy interesantes . Quien esto escribe sufrió un atentado nada más empezar en forma de silla desvencijada que dio con mis huesos en el suelo. Imagino alguna sonrisa.

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