Desde el origen de la palabra ‘cachondeo’ hasta una cueva prehistórica: Estas son las curiosidades relacionadas con el atún en Cádiz

Barbate, Zahara de los Atunes, Conil y Tarifa se encuentran inmersos en una tradición de 3.000 años de historia

Celebra en mayo la llegada del atún rojo de almadraba en estos municipios de la Costa de Cádiz

Levantá de un atún en la almadraba de Barbate
Levantá de un atún en la almadraba de Barbate / GERMÁN MESA

El mes de mayo en la Costa de Cádiz sabe diferente. Durante este mes, una tradición de 3.000 años de historia ruge con fuerza en aguas gaditanas. Los pescadores gaditanos aprovechan el paso del atún salvaje por el Estrecho de Gibraltar para trazar la hoja de ruta de ese laberinto de redes que se convierte en la trampa mortal de estos grandes ejemplares que cruzan las aguas gaditanas rumbo al Mar Mediterráneo para desovar.

La gran fiesta del atún se celebra en Barbate, Zahara de los Atunes, Conil y Tarifa en forma de showcookings, ronqueos, rutas de la tapa donde este manjar es el protagonista y mucho más. Una tradición que no solo se refleja en la gastronomía y la cocina gaditana; este pez está vinculado a la provincia desde la Prehistoria, como se ha podido comprobar en monedas, torres miradores, lenguaje e incluso en la obra de Cervantes. Te contamos algunas curiosidades sobre este vínculo.

La cueva de las orcas

La cueva de Atlanterra, también llamada cueva de las orcas, es un testimonio de cómo ya en la Prehistoria se constata que sus moradores conocían que el paso de las orcas por el Estrecho, coincidía con el de los atunes (sus presas). En sus paredes se reflejan, con pinturas rupestres, cómo esta historia comenzó en el neolítico y cómo sus pobladores calculaban el paso del tiempo hasta su reencuentro con los atunes y, a su vez, con las orcas. Su avistamiento era tan importante que incluso se puede apreciar la forma de una aleta tallada en la cueva. La cueva de las orcas está en la sierra del Cabo de Plata y desde el año 2017 está protegida para impedir actos vandálicos.

El acceso a la cueva está protegido por una reja desde el año 2017
El acceso a la cueva está protegido por una reja desde el año 2017 / Ángel Saez

El atún, moneda de cambio

La silueta del atún forma parte de los escudos heráldicos de Zahara, de Barbate y de Conil y aparecen también en las monedas que acuñaba la ceca de Cádiz, lo que da una idea de la importancia que siempre ha tenido el atún en la historia y en la economía de la provincia.

Las almadrabas: origen del cachondeo

Otra curiosidad del vínculo del atún con la provincia de Cádiz se refleja en el uso de esta expresión tan común. ‘Cachondeo’ es la “acción y efecto de cachondearse; falta de seriedad o rigor en un asunto que lo exige; juerga (jolgorio) y acción y efecto de cachondear”, según la definición de la Real Academia Española (RAE). Una de sus teorías sobre el origen etimológico de esta expresión es que cada vez que se realizaba una "levantá” de atunes exitosa -por el número de capturas o porque no se producían accidentes- los almadraberos festejaban las capturas de atunes rojos a orillas del río Cachón, en Zahara de los Atunes. De manera que, se producía un ambiente festivo de jolgorio o más bien de ‘cachondeo’.

Patrimonio atunero: Esculturas del atún

La costa gaditana está poblada de numerosas torres que, a finales del siglo XV, pretendían alertar de la piratería turca y berberisca, pero también avistar el paso de los atunes por el Estrecho. A estas torres miradores se suman unas esculturas en forma de veleta que, en cada uno de los municipios gaditanos, recuerdan que la economía de esta costa sigue girando en torno al pata negra del mar.

Las localidades que cuentan con ellas son Barbate, Zahara de los Atunes, Tarifa, La Línea de la Concepción, Conil, Chiclana y Cádiz. Construida por el artista chiclanero Pedro Barberá, estas veletas tienen cuatro metros de altura y están coronadas por una figura de bronce de un atún de tres metros de alto por siete de largo. Este monumento marca la dirección del viento y resiste ráfagas de hasta 250 kilómetros por hora. Las esculturas del atún en forma de veleta, que hay en cada uno de estos pueblos pesqueros, dan una idea de la importancia que tiene el atún para ellos. Todo un homenaje al atún y su vinculación gastronómica, histórica y cultural con la Costa de Cádiz. Hasta Miguel de Cervantes, autor de El Quijote escribió sobre ello en la Ilustre Fregona.

Monumento al atún en La Línea
Monumento al atún en La Línea / Jorge del Águila

Pesca sostenible

El atún sigue hoy formando parte del paisaje y cada vez más de la alta cocina. La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) protege la técnica de la almadraba por ser la más sostenible. Las almadrabas gaditanas tienen autorización para pescar este año 1.292 toneladas de atún rojo. Tras el despiece de un atún –que en el argot se denomina ronqueo- y la imaginación de los cocineros, surgen platos y sabores muy diferentes. Los bares y restaurantes hasta entrado el verano compiten por ofrecer los platos más exquisitos de la cocina tradicional y de la cocina innovadora. Todos los pueblos de la zona celebran competiciones gastronómicas, rutas de la tapa, concursos de fotografías, para festejar esta tradición que arranca con los fenicios en la costa gaditana y se mantiene de forma artesanal hasta hoy en día.

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